Nueva York busca prohibir el uso de contenedores plásticos y en específico de poliestireno expandido, más conocido como unicel o plumavit,

El alcalde de Nueva York, Bill di Blasio, espera que para el 1 de julio de este año, ninguna tienda o restaurante en la ciudad utilice más plumavit. Millones de personas al día consumen este material como envase y embalaje de comida rápida, principalmente. El unicel es un material complicado para reciclar y, si no se hace, el impacto en el ambiente es gigantesco.

Otros alcaldes han intentado ya lo que di Blasio sin mucho éxito. La presión de grandes empresas productoras de poliestireno al gobierno evitaron que se aprobara la medida en pasadas administraciones. Si Bill logra poner fin al uso del poliestireno se colgará una excelente medalla y sin duda será un gran ejemplo para otras metrópolis.

Unas 70 ciudades en Estados Unidos ya han prohibido el plumavit. Minneapolis, Portland, San Francisco, Seattle y Washington DC son algunas de ellas. Nueva York sería la ciudad más grande en vetar el poliestireno. Aunque se puede reciclar, el unicel es en su mayoría aire. Su transportación a los centros de reciclaje es difícil por su volumen y la materia prima obtenida nuevamente de él no debe entrar en contacto con nada comestible.

Sacar el plumavit de la vida de los neoyorkinos sería una de las acciones más verdes que haya hecho la ciudad. Hay otras alternativas existentes a este material y sin duda pueden crearse muchas otras. La prohibición del poliestireno mejorará el ambiente de los ríos y la costa de la ciudad.

Para organizaciones sin fines de lucro y empresas con ingresos de menos de $500.000 dólares al año que utilizan poliestireno, habrá exenciones en cuanto a las penalizaciones para que la transición sea más llevadera. De aprobarse esta medida, el Departamento de Educación de NY comenzaría a sustituir el poliestireno por materiales reciclables a partir del 1 de mayo.

Este es un gran paso para la ecología. Millones de toneladas de unicel son desperdiciadas cada día en todo el mundo y la mayoría de ellas jamás llegan a una planta de reciclaje. Tenemos la tecnología suficiente para explorar otros tipos de materiales compostables que dañen menos al ambiente.