Nuevos proyectos innovadores en economía circular: empleando residuos orgánicos de depuradoras
Desde hace décadas, antes de que acabe el primer semestre del año ya hemos consumido todos los recursos que el planeta puede generar en esos 365 días. Vivimos en números rojos, en un sistema lineal que consume y deshecha. Afortunadamente, cada vez somos más conscientes de que la economía circular es la respuesta. Conseguir que los residuos se conviertan en recursos, en nuevas materias primas, es la clave para avanzar en sostenibilidad. Y en este empeño el agua y la tecnología del sector tienen mucho que decir. Sobre esta oportunidad que no podemos desaprovechar hablaron este jueves diversos expertos en la jornada ‘De depuradoras a biofactorías: el potencial del agua en la economía circular’, organizada por Cetaqua Galicia y la Fundación Empresa-Universidad Gallega (FEUGA), y que se desarrolló en el Auditorio de Ourense.
El primer bloque de ponencias que se centró en las oportunidades de circularidad que se abren con las nuevas biofactorías. Javier Santos, director de Tratamientos de Agua y Economía Circular en Agbar, habló de la apuesta de la compañía por este modelo de transformación de las estaciones de depuración de agua en verdaderos centros circulares. Las biofactorías plantean la economía circular de una manera integral, produciendo agua regenerada que puede reutilizarse, energías verdes para sus procesos productivos y otros usos, y nuevos compuestos y recursos orgánicos que pueden aprovecharse en la agricultura y la industria.
Santos destacó la importancia de la ética y la transparencia en el desarrollo de la economía circular, así como los planteamientos transversales a través de alianzas y la colaboración público-privada. Además repasó los ejes de transformación de las tradicionales EDARs en biofactorías, destacando la necesaria transformación digital y la gestión inteligente como claves para cambiar los procesos y los activos.
El director de Tratamientos de Agua y Economía Circular de Agbar, compañía que gestiona más del 30% de las plantas de depuración en España, destacó ejemplos de este modelo de futuro como las biofactorías del Baix Llobregat, la planta Biosur de Granada o la biofactoría de Ourense, una ciudad que está apostando cada vez más por el agua como elemento tractor en la transición verde. Esta apuesta le ha valido un premio como ciudad sostenible gracias a la gestión del ciclo integral del agua.
ECOVAL y WalNUT, dos proyectos de futuro
Antón Taboada, project manager de Cetaqua, presentó a continuación el proyecto ECOVAL, del programa Interreg SUDOE, liderado por el centro tecnológico del agua gallego. Este proyecto está desarrollando distintas tecnologías para la valorización de residuos orgánicos urbanos y fangos de depuración para la obtención de bio-productoS. Entre estas tecnologías destaca una que permite modificar las condiciones de la digestión anaerobia que se produce en los procesos de depuración y el tratamiento de lodos de depuración para detenerla en un momento determinado y obtener ácidos grasos volátiles, uno de los subproductos obtenidos del petróleo y que se utilizan en infinidad de objetos cotidianos, plásticos, lubricantes y pinturas.
El proyecto ECOVAL, continuación del proyecto CIGAT biofactoría, agrupa el trabajo de ocho organizaciones de España, Portugal y Francia, y cuenta con el apoyo de más de 30 socios. Taboada explicó la investigación que se está desarrollando que abre «un panorama apasionante». La obtención de estos ácidos grasos volátiles desde fuentes orgánicas sostenibles que vayan sustituyendo a las fuentes fósiles supondrá una revolución en el camino hacia la descarbonización que, con todo, tendrá que salvar barreras económicas y de mercado.
Otro de los proyectos centrales que se presentó en la jornada organizada por Cetaqua Galicia fue WalNUT, que busca la recuperación de nutrientes y la posterior producción de biofertilizantes, previniendo así la contaminación de las masas de agua y promoviendo la circularidad en la industria de los fertilizantes en el marco de la Unión Europea.
Francisco Corona, investigador del Centro Tecnológico CARTIF, que lidera el proyecto, explicó las claves de la investigación para nuevas tecnologías de recuperación y valorización de nutrientes provenientes de las aguas residuales y las salmueras. En la actualidad se están desarrollando 12 tecnologías a nivel laboratorio cuyos resultados se aplicarán a cinco plantas piloto enfocadas en distintos sectores. El piloto sobre lodos de depuración se desarrollará en la biofactoría de Ourense, otra enfocada al agua industrial en el centro de España, sobre agroalimentación en Hungría, agua urbana en Bélgica y salmueras en Grecia.
Barreras legislativas
En un segundo bloque de ponencias se habló de las barreras legislativas y la transferencia de conocimiento para la implantación de biofactorías y de tecnologías de valorización de residuos. Pedro Fernandes, certificador en APCER, habló sobre los procesos de verificación y certificación y sobre la gran proyección de futuro de estas nuevas tecnologías relacionadas con el agua. Por su parte, Miguel Rodríguez, investigador de la Universidad de Vigo especialista en Economía circular, disertó sobre la Estrategia Gallega de Economía Circular 2030 y la importancia del conocimiento y la transversalidad para conectar sectores y crear alianzas.
Almudena Justo, de FEUGA.
Para cerrar este bloque, Almudena Justo, directora de Innovación y Programas Europeos de FEUGA, dio su visión sobre las barreras en la gestión de la innovación y la creación de nuevos modelos de negocio. Destacó la importancia de la creación de un marco político y jurídico que acompañen estos avances y apeló a la creación de un entorno colaborativo de expertos tecnológicos, legales, ambientales y sociales para mitigar estas barreras.
Almudena Justo insistió en que los centros tecnológicos y las universidades deben ser capaces de comunicar sus innovaciones tanto a la sociedad como a los gobernantes y legisladores para que sean conscientes de la importancia de estos avances y acompañen su desarrollo desde la política y las leyes.
También tuvieron espacio en un tercer bloque de ponencias los clientes finales de esta valorización de residuos extraídos del agua, representados por Repsol, Fertiberia y Grupo Valora quienes resaltaron durante sus intervenciones la viabilidad de la aplicación de estos compuestos en las industrias químicas, petroquímicas y de fertilizantes como un paso clave para impulsar modelos circulares y sostenibles.
Por ejemplo, Enrique Espí Guzmán, consejero técnico de Repsol Technology Lab, destacó el proyecto Ecoplanta que está desarrollando junto con Agbar y la canadiense Enerken, una planta en Tarragona que producirá de manera sostenible metanol circular a partir de residuos sólidos urbanos no reciclables. Las tres empresas han firmado recientemente el acuerdo de financiación con la Comisión Europea para el desarrollo del proyecto.
En la última parte de la jornada se desarrolló una mesa redonda moderada por el catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Juan Manuel Lema, en el que debatieron representantes de la Diputación de Ourense, Cetaqua, Viaqua, Repsol, Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León (FPNCyL) y Fertiberia se han reunido para debatir acerca del potencial del agua dentro de la economía circular.
Leticia Rodríguez, directora de Desarrollo Sostenible de Viaqua, destacó “que la clave será aprovechar oportunidades como los fondos Next Generation e incrementar la inversión en I+D+i, cómo ya llevamos haciendo desde hace más de 10 años en Viaqua a través del ejemplo de éxito de colaboración público-privada Cetaqua Galicia”.
Juan José Vázquez, jefe de Aguas de la Xunta de Galicia en Ourense, fue el encargado de despedir el evento agradeciendo “el esfuerzo que se está realizando en Galicia para convertir las depuradoras en biofactorías y convertir la provincia de Ourense en un referente nacional e internacional en economía circular”.
[Este contenido procede de Ágora Diario. Consulta aquí el original.]
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