Paradoja del consumidor: concienciado sobre el cambio climático pero no sobre qué impacto tiene en su vida
La concienciación social sobre los efectos del cambio climático es cada vez mayor y, sin embargo, los consumidores todavía no son plenamente conscientes del impacto que el calentamiento acelerado del planeta puede tener en sus condiciones de vida, según asegura la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). “Existe bastante información sobre los efectos globales del cambio climático, pero mucha menos sobre sus consecuencias en los hábitos de vida cotidianos, entre ellos los de consumo” manifiesta en una entrevista el portavoz de la OCU, Enrique García, coincidiendo con la celebración de la cumbre del clima de la ONU (COP26) en Glasgow, que finalizó el pasado 12 de noviembre.
La OCU dispone de estudios que demuestran que la concienciación de los consumidores respecto al cambio climático “está aumentando de forma progresiva” y desde hace años está demostrado que “cada vez damos más importancia a los aspectos éticos en nuestras compras”, según sostiene el portavoz de la Organización. Uno de esos estudios lo elaboró la OCU hace dos años y ponía de manifiesto que el 73% de los españoles aseguraban tener en cuenta “aspectos éticos y ecológicos” a la hora de consumir, o que el 62% veían en el consumo “una herramienta muy potente para cambiar el mundo”. Además, el 57% de los entrevistados dijeron sentirse identificados con los mensajes de las nuevas economías al servicio de las personas y del planeta, a pesar de que la mayoría confesaron que desconocían bien esas iniciativas.
Enrique García considera además fundamental trasladar a las administraciones y a los gobiernos implicados “la necesidad de introducir cambios que garanticen al consumidor la posibilidad de elegir productos más sostenibles“, una meta que persigue la campaña de la OCU “Cámbiate al verde”, destinada a promover un modo de vida mas respetuoso con el medio ambiente.
En opinión del portavoz de la OCU, deberían aumentar las campañas informativas y de promoción del reciclaje y la economía circular “a través de programas de sensibilización y educativos” empleando para ello “una narrativa innovadora, que utilice herramientas nuevas, visuales, comparables y fáciles de entender para los ciudadanos”. Además, sería necesario “mejorar la eficacia de los sistemas de recogida y valorización de residuos”, proporcionar a la ciudadanía más información sobre la manera correcta de separar los envases y “mejorar su confianza” en la utilidad de los sistemas de reciclaje.
Uno de los asuntos que según la OCU requiere especial atención es la concienciación social de “la gravedad del problema del plástico“, en el que Enrique García admite que “los consumidores tenemos una parte de responsabilidad” que hace necesario “implementar políticas y estrategias” orientadas a eliminar o reciclar de la mejor manera posible estos residuos. “Es necesario pasar del reciclaje a la reducción. Es importante la sustitución progresiva del plástico de un solo uso y vida corta por otros productos y envases más respetuosos con el medio ambiente y además, hay que limitar y eliminar el sobreembalaje”, asegura a EFE el portavoz de la OCU.
También lamenta “la poca conciencia general” que existe entre los consumidores para afrontar la escasez de agua y, aunque admite la necesidad de frenar el despilfarro en los hogares mediante sistemas como la tarificación por bloques, recuerda que son otros sectores, como la industria, y sobre todo la agricultura, “los que deben realizar los mayores esfuerzos en el ahorro” de este bien. “En general los consumidores prefieren los incentivos a los castigos y sobre todo necesitan alternativas de transporte público o movilidad que en mucho casos no tienen”, manifiesta el portavoz de la OCU en referencia a las medidas coercitivas y a las Zonas de Bajas Emisiones implantadas en algunas ciudades para luchar contra la contaminación atmosférica.
La descarbonización de la energía, uno de los objetivos principales de los países desarrollados, ha de llevar aparejada sistemas de “movilidad sostenible” y sobre todo, a juicio de la OCU, la sustitución del parque de vehículos de combustión por eléctricos debe ser “una actuación prioritaria” en la que las ayudas públicas “son hoy por hoy totalmente necesarias”.
En la OCU denuncian “la escasez, la dificultad” que tienen los consumidores a la hora de informarse y de acceder a las ayudas del Gobierno “en tiempo y forma” para la compra de vehículos eléctricos que además, “hoy en día son más caros”. Sin embargo opinan que “la cuestión fundamental ahora es la necesidad de ampliar de forma exponencial los puntos de recarga, para permitir que el vehículo eléctrico sirva a las necesidades de los consumidores”.
En cuanto a las energías “limpias” y la dificultad que pueden encontrar los consumidores a la hora de instalarlas en sus hogares, la OCU recuerda que “la práctica totalidad” de ellas han contado en sus inicios con ayudas públicas y ahora “las renovables no pueden ser menos”. Por eso, y para procurar que esta clase de energía llegue a los hogares de la manera más fácil posible, la organización reclama “el impulso” de las administraciones, porque “las ventajas están claras: se trata de reducir el impacto en el medio ambiente en beneficio de todos”, concluyen.
[Este contenido procede de EFE VERDE. Lee el original aquí]