Carola Teixidó y Víctor Millán conducen desde Alaska hacia Chile en su casa rodante que funciona con aceite de papatas fritas. Hoy, desde México cuentan cómo les ha ido utilizando este combustible alternativo.

“Al principio, cuando comenzamos este viaje en Pemberton, Canadá, fue todo muy sencillo ya que recibimos una donación de 1.400 litros de aceite vegetal quemado, lo que nos ayudó a llegar hasta Alaska y volver a Canadá. Pero una vez cruzando a Estados Unidos, la historia fue diferente”, explica Carola.

En Estados Unidos hace mucho tiempo que se recicla el aceite quemado para producir biodiésel, es por eso que hoy en día los restaurantes tienen contratos con empresas a las que le venden este desecho.

“Nosotros pensábamos que en Estados Unidos iba a ser muy fácil encontrar aceite de cocina usado ya que es famoso por ser el país de la fritanga, pero después de golpear varias puertas y recibir un “no” como respuesta fue bastante frustrante y desalentador”, comenta la pareja.

Después de varios días de buscar sin éxito, se les ocurrió poner un aviso en un sitio web muy popular en Canadá y Estados Unidos llamado “Craigslist”, donde consiguieron 3 donantes de aceite quemado. 

Tres meses más tarde, ya cruzando a México, nuevamente pensaron en positivo, suponiendo que iban a encontrar muchísimo aceite, pero se encontraron con otro problema.

“En México, en la mayoría de los pueblos, no existe una costumbre de reciclaje y mucho menos de reutilización del aceite quemado, por lo que los restaurantes simplemente lo tiran a la basura. Vas a pedir aceite a un restaurante y no tienen nada, ¡porque ya lo tiraron!”, agrega Carola.

En las ciudades más grandes como Guadalajara o Ciudad de México, existen compañías o personas que lo retiran, pero en ambos casos la pareja tuvo suerte de dar con gente amable y generosa, que prefirieron ayudar a UpaChalupa que recibir dinero por su venta.

Ya van más de 10 meses en la ruta y ellos pensaban que el viaje les iba a llevar 1 año en recorrer toda América por tierra. Hoy nos dicen que creen que les va a llevar 1 año más, de hoy en adelante, y que probablemente lleguen la Patagonia chilena a mediados del 2015. Ya han recorrido más de 26.000 kilómetros en Norteamérica, de éstos, 20.000 han sido sólo usando aceite vegetal quemado, reciclando hasta el día de hoy 3.780 litros de este desecho.

Ya se han sumado 2 nuevos auspiciadores al proyecto: Riffraff Diésel Performance, de Estados Unidos y TravelAceAssistance Chile, que los apoya con asistencia médica en viaje para este tercer año fuera de su país.