Hace dos años en la isla de Yao Noi, en Tailandia, surgió una bonita iniciativa que fusionó la naturaleza y el reciclaje con el séptimo arte, es decir, con el cine. En aquel paisaje paradisíaco tuvo lugar una edición del festival de cine Film on the Rocks y allí el público tuvo el privilegio de ver películas, nocturnas y al aire libre, en el “Archipiélago Cine”, una plataforma flotante obra del arquitecto alemán Ole Scheeren (Karlsruhe, 1971), que fue construida con materiales reciclados, lo que dio el matiz ecológico necesario a la iniciativa. Frente a la plataforma reciclada se instaló, también en el mar, una gran pantalla flotante.

El Archipiélago Cine poseía una estructura modular, lo que permitió que después del Festival las piezas de la plataforma fueran donadas a la comunidad local –fueron pescadores autóctonos de langostas  quienes ensamblaron los módulos con sus técnicas artesanales- para que pudieran aprovecharlas. Dichas piezas modulares, fabricadas principalmente con madera reciclada y también con otros materiales reciclados, pueden ser reensamblables para montar diferentes configuraciones. 

Ciertamente, da mucha envidia pensar en que un grupo de afortunados cinéfilos pudieron disfrutar, en plena noche y en un entorno natural así de espectacular, de películas tan especiales como la versión de “Peter Pan” filmada en 1924.