Programa de vivienda social contruidas con Ecoladrillos hechos de bolsas de plástico
En Guatemala, una organización llamada Pura Vida inventó una forma novedosa, accesible y fácil de reciclar plástico y al mismo tiempo fabricar un nuevo material de construcción: los “eco-ladrillos” o “ladrillos ecológicos”. Con los ecoladrillos, esta organización emprendió un programa de viviendas sociales en el país centroamericano.
Básicamente, un ecoladrillo consiste en botellas PET (habitualmente las botellas de bebidas carbonatadas y de agua), las que se rellenan a presión con diferentes tipos de residuos plásticos, tales como bolsas de nylon, plumavit, envoltorios, hojas de revista altamente tinturadas, etc.
El resultado: un material de bajo costo, resistente, aislante térmico y acústico, antisísmico y que permite reducir notablemente nuestra huella ecológica. Además de casas, con los ecoladrillos es posible construir centros comunitarios, jardineras, cercas, estanques, mobiliario urbano, siendo una excelente opción para familias de bajos recursos o que viven en condiciones de hacinamiento.
Pedro Arrey, Director de CODEFF Bío Bío, comenta acerca de la campaña de eco-ladrillos que desde agosto está llevando a cabo la organización que “queríamos, primero, hacer más conocida esta técnica en la región del Bío Bío, pero sentíamos que para que se arraigara necesitábamos motivar a las personas. Y es así como se nos ocurrió hacer un llamado a que la gente reciclara plástico en sus casas, donara sus eco-ladrillos a CODEFF Bío Bío, para nosotros utilizarlos como material de construcción para nuestro centro de rehabilitación de fauna silvestre. Porque no hay nada más emocionante que tu esfuerzo se transforme en una obra, y al donar estos eco-ladrillos todos estaremos colaborando en la rehabilitación de estos animalitos”.
Los cientos de eco-ladrillos que la gente ha donado se destinarán a la construcción de ambientación para la fauna silvestre que se rehabilita en el Centro Transitorio de Avifauna Marina, CTAM, de CODEFF Bío Bío.
El objetivo es tratar de recrear lo más posible el ambiente natural de especies como pingüinos, lobos marinos y pelícanos, entre otras, que llegan a recuperarse al CTAM, mediante la creación, por ejemplo, de roqueríos artificiales.