Programa piloto nacional de hidrógeno en China apunta a impulsar energías limpias

La Administración Nacional de Energía de China (ANE) ha presentado una extensa iniciativa piloto destinada a ampliar la tecnología, la infraestructura y las aplicaciones del hidrógeno en todo el país. Con el objetivo de alcanzar un despliegue comercial integral para junio de 2028, la iniciativa se centra en 11 áreas específicas de la cadena de valor del hidrógeno, probando modelos y tecnologías innovadores.
Cada proyecto bajo esta nueva directiva debe demostrar progreso tecnológico, potencial comercial, beneficios sustanciales en la reducción de carbono y marcos replicables. La NEA ha enfatizado: «Los proyectos deben demostrar avance tecnológico, modelos de negocio innovadores y resultados significativos en la reducción de carbono».
Entre estos proyectos piloto destaca la producción de hidrógeno verde, con instalaciones de electrolizadores de al menos 100 MW de capacidad, alimentadas principalmente (más del 80 %) por fuentes de energía renovables. Además, se fomentará la producción de hidrógeno con energía nuclear en regiones con capacidad de carga base estable. Lugares remotos como desiertos, mesetas aisladas e incluso entornos marinos profundos albergarán sistemas de hidrógeno aislados de más de 10 MW de capacidad, que integrarán energía solar y eólica con almacenamiento de energía, creando microrredes energéticas autónomas.
Los proyectos piloto para la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono aprovecharán los subproductos industriales existentes, capturando hidrógeno de hornos de coque, procesos cloroalcalinos y craqueo de hidrocarburos, al tiempo que promoverán la modernización de los sistemas de hidrógeno basados en combustibles fósiles con tecnología de captura y utilización de carbono.
Las innovaciones en almacenamiento y transporte ocuparán un lugar destacado, con proyectos piloto que demuestran la existencia de tuberías de hidrógeno de al menos 100 kilómetros de longitud, plantas de hidrógeno líquido de 5 toneladas diarias y nuevos transportadores de hidrógeno, como los transportadores de hidrógeno orgánico líquido (LOHC) y los tanques de hidruro metálico. Los proyectos de almacenamiento tendrán una capacidad mínima de 20.000 metros cúbicos normales (aproximadamente 1.669 kg).
En cuanto a las aplicaciones del hidrógeno, la NEA se centra en las operaciones de refinería, la sustitución de carbón a líquido, la generación de energía con hidrógeno y amoníaco, y el almacenamiento de energía de larga duración basado en hidrógeno. Los proyectos piloto buscan un consumo anual de hidrógeno renovable superior a 1000 toneladas, con turbinas de más de 10 MW de capacidad que utilicen mezclas de hidrógeno o amoníaco con al menos un 15 % de hidrógeno o amoníaco. Las centrales eléctricas de carbón de más de 300 MW también utilizarán hidrógeno o amoníaco como combustible alternativo con un mínimo del 10 %. Los proyectos de almacenamiento de energía deben mantener una producción de al menos 1 MW durante cuatro horas continuas, con el fin de apoyar el equilibrio estacional de la red y la gestión de la demanda máxima. Las pilas de combustible de hidrógeno de 0,5 MW o más se destinarán a sectores como la construcción, la industria, las telecomunicaciones y las zonas remotas.
Cada provincia y empresa estatal central puede nominar hasta cinco proyectos individuales y dos programas piloto regionales. Se priorizarán los proyectos que ya cuenten con los permisos necesarios, que estén alineados con las estrategias nacionales de I+D o que incorporen tecnologías pioneras con un sólido respaldo comercial y técnico.
[Este contenido procede de Fuel Cells Works Lee el original aquí]