Puntos limpios para el reciclado de cápsulas de café
Las cápsulas de café son un desperdicio que con los métodos tradicionales para hacer café no se genera, y que no se pueden reciclar como envase. Ante esta problemática, las marcas están desarrollando mecanismos para minimizar el impacto ambiental. Unas han optado por investigar y desarrollar materiales biodegradables y otras por crear redes de reciclaje propias.
Las cápsulas de café no son consideradas envases según la Ley de envases y Residuos. “Esto se debe a que la cápsula es indivisible del producto que contienen. Por este motivo, no entra dentro de la cadena de reciclaje de envases como las botellas, latas o bricks que se depositan en el contenedor amarillo sino que tiene que hacerse por otras vías”, confirman desde Ecoembes. Por eso, algunas compañías han puesto en marcha programas de recogida y reciclaje de este producto. Es el caso de Nespresso y Dolce Gusto, ambas de Nestlé.
Desde febrero de 2011, se empezaron a instalar en Barcelona puntos limpios para reciclar cápsulas Dolce Gusto. En España hay en torno a 150, la mayoría en la capital catalana, Bilbao, Valencia y Sevilla. En este sentido, Nespresso empezó su programa de reciclaje en diciembre de 2009 y ya cuenta con 770 puntos de recogida en España, entre ellos sus 36 tiendas, a las que los clientes pueden llevar las cápsulas usadas. “Reciclamos tanto el aluminio, como el café. Pero una buena red es fundamental e intentamos innovar para aumentarla”. La compañía asegura que tiene capacidad para reciclar el 75% de las cápsulas que vende, pero no confirma el volumen que realmente los clientes retornan.
Las cápsulas de café no son consideradas envases según la Ley de envases y Residuos. “Esto se debe a que la cápsula es indivisible del producto que contienen. Por este motivo, no entra dentro de la cadena de reciclaje de envases como las botellas, latas o bricks que se depositan en el contenedor amarillo sino que tiene que hacerse por otras vías”, confirman desde Ecoembes. Por eso, algunas compañías han puesto en marcha programas de recogida y reciclaje de este producto. Es el caso de Nespresso y Dolce Gusto, ambas de Nestlé.
Desde febrero de 2011, se empezaron a instalar en Barcelona puntos limpios para reciclar cápsulas Dolce Gusto. En España hay en torno a 150, la mayoría en la capital catalana, Bilbao, Valencia y Sevilla. En este sentido, Nespresso empezó su programa de reciclaje en diciembre de 2009 y ya cuenta con 770 puntos de recogida en España, entre ellos sus 36 tiendas, a las que los clientes pueden llevar las cápsulas usadas. “Reciclamos tanto el aluminio, como el café. Pero una buena red es fundamental e intentamos innovar para aumentarla”. La compañía asegura que tiene capacidad para reciclar el 75% de las cápsulas que vende, pero no confirma el volumen que realmente los clientes retornan.
Las marcas se resisten a aportar datos del porcentaje de cápsulas que se reciclan del total vendidas. La Organización de Consumidores de España (OCU) hizo un estudio donde sólo un 18% de los clientes confirmó llevarlas a la tienda cuando iban a comprar nuevas. El 73% reconoció que las tiraba a la basura.
Las empresas, separan los materiales plásticos o el aluminio, respectivamente, del café. Los primeros se reciclan en plantas especializadas en estos materiales. El plástico sirve, por ejemplo, para la fabricación de mobiliario urbano como bancos o papeleras. El café también se recicla como compost para plantas. Ambas compañías lo hacen, aunque el uso final es distinto. Mientras que Dolce Gusto lo comercializa, Nespresso da el abono a productores de arroz del Delta del Ebro a los que les compran la cosecha completa para donarla a la Federación Española de Bancos de Alimentos.
Una alternativa es extraer el café para utilizarlo como abono casero para las plantas acidófilas, como las rosas, arándanos, azaleas u hortensias, a las que el café les aporta potasio, magnesio y nitrógeno.
Vía: El País
Reelene (cc)
Vía: El País