Repaso a la historia de SOGAMA (Galicia)
Con motivo de su intervención en un seminario sobre gestión de residuos promovido por el Eixo Atlántico, el presidente de Sogama, Luis Lamas, hizo un repaso de los hitos de mayor relevancia en la historia de Sogama, reseñando que, gracias a la entrada en operación de la empresa, Galicia pudo librarse de los cientos de vertederos municipales incontrolados que proliferaban en nuestra comunidad hacia finales de la década de los 90.
Aludió a la sobresaturación que padece el complejo industrial de Cerceda, pues, aunque dimensionado inicialmente para tratar un máximo de 550.000 toneladas anuales, la Sociedad recibe del orden de 800.000, debiendo procesarse el excedente en el vertedero de residuos no peligrosos. Ahora bien, mostró su satisfacción por el hecho de que, gracias a una mejor gestión, la eficiencia del complejo se haya incrementado de forma exponencial en los últimos años, superando incluso su capacidad nominal. Y como ejemplo puso el 2013, cuando en esta infraestructura se logró dar tratamiento a más de 602.000 toneladas al año. Esto derivó en unos ingresos adicionales por la venta de energía de 1,7 millones de euros, propiciando que la cantidad de desechos a desviar a vertedero fuese mucho menor, pasando de 414.000 en el año 2008 a 212.000 en el 2013. “Estamos orgullosos de esta bajada, aunque no satisfechos”, y reconoció que la principal preocupación de la entidad es precisamente el vertedero de Areosa.
Y hablando de sobresaturación, Lamas puso el punto de mira en aquellos alcaldes de localidades que, en su momento, y a pesar de decir no al modelo Sogama, fueron los primeros en adscribirse al mismo, por lo que las previsiones no se ajustaron a la realidad.
Respecto a la eficiencia energética del complejo, sobre la que algunos tenían dudas, y sobre la cual la legislación no establece requisitos, manifestó que una auditoría externa desveló que la empresa la cumple de forma holgada.
Insistió en el carácter solidario del modelo, ya que establece el mismo canon para cada uno de los municipios, con independencia de sus características y situación geográfica. “Todos los ayuntamientos pagan lo mismo, incluso aquéllos que no tienen necesidad de usar la red de plantas de transferencia”. Apuntó que, en la actualidad, menos del 30 por ciento del transporte de residuos se está haciendo por vía férrea, pretendiendo en un plazo prudencial llegar al 43 por ciento.
En cuanto al reciclaje, hizo especial hincapié en la mayor recuperación de materiales contenidos en la bolsa negra, especialmente de acero, aluminio y acero residual, al que la empresa añadió el vidrio por primera vez en su historia. Una actividad que les está reportando interesantes beneficios económicos.
Asimismo, puso la vista en Europa para desmentir de forma tajante que incineración con recuperación de energía y reciclaje sean conceptos antagónicos. “Los países con mayores tasas de reciclado son los que tienen mayores porcentajes de valorización energética”.
También aludió al emplazamiento de las plantas incineradoras, ubicadas en el centro de las ciudades en la mayor parte de los Estados del norte, pudiendo beneficiarse la población del calor y electricidad generada en las mismas. “Algo impensable en nuestro país”, precisó.
En relación al compostaje, abogó de pleno por el doméstico, impulsado por Sogama desde el 2010 y que ya cuenta con numerosos concellos adscritos. No obstante, cuestionó el compost industrial que producen plantas tales como la de Nostián, en A Coruña, y Lousame, en la comarca del Barbanza, ya que, dada su baja calidad, no hay mercado para el mismo, debiendo ser utilizado, en el mejor de los casos, para la regeneración de vertederos.
SUBIDA CANON
Respecto a la subida del canon, enmarcada en la reforma del sector energético, explicó que la mitad de los ingresos de la Sociedad proceden de la venta de energía, por lo que, a la vista de la reforma, la empresa no tuvo otra salida que incrementar el precio que cobra a los municipios con el objetivo de compensar las pérdidas previstas. Y aquí puntualizó que el principal objetivo de la venta de energía es propiciar que la repercusión económica del servicio en el ciudadano sea menor, llamando la atención sobre las particularidades del incierto mercado eléctrico.
Dado que la subida de Sogama afecta a la parte del tratamiento de los desperdicios, se preguntó si no cabría abrir un debate en torno a los costes de recogida, muy dispares entre los ayuntamientos.
En referencia a la evolución de los presupuestos de la Sociedad desde el año 2005, manifestó que el desajuste entre lo estimado y el resultado real ha sido una constante en todo momento, y ello debido fundamentalmente a que la evolución del mercado energético es imprevisible. Y tomando como referencia el ejercicio de 2013, mostró su sorpresa por el hecho de que algunos critiquen que la Sociedad haya tenido menos pérdidas (600.000 euros frente a los 4.400.000 previstos). Ello ha sido posible gracias al plan de acción promovido por la compañía para incrementar sus ingresos.
Concluyó su intervención diciendo que Sogama no reparte dividendos, destinándose los beneficios a reservas voluntarias. “Sogama no debe ganar dinero, pero tampoco perderlo”, resolvió.
Gestores de Residuos en Galicia