Segovia contará con una planta que convierta los rechazos en energía
La entidad provincial quiere disminuir esta cifra por motivos económicos y medioambientales ya que la Junta de Castilla y León ha establecido un impuesto de siete euros por cada tonelada de residuos de rechazo, lo que supondría al Consorcio de Medio Ambiente un desembolso cercano a los 300.000 euros al año. El consorcio se va a poder ahorrar buena parte de cantidad después de que se haya adjudicado a una sociedad hispano-alemana la creación de una planta en una finca cercana a la instalación de Los Huertos que convertirá los residuos de rechazo en combustible o en energía eléctrica.
Esta iniciativa pionera ya cuenta con una experiencia piloto en Alemania y también se ha experimentado en Bulgaria. La importancia que puede llegar a tener para rebajar la cantidad de residuos de rechazo que son desechados se explica en un dato: de las 40.000 toneladas que se entierran cada año en el vertedero de Martín Miguel se pasaría a apenas un 10% de esa cantidad. Así, por cada tonelada quedará sólo un kilo y el resto podrá revalorizarse, según afirma el diputado del Área de Medio Ambiente, José Antonio Sanz, que indica que la inversión de 14 millones de euros que supondrá este proyecto saldrá de la iniciativa privada. La concesión que ha realizado el Consorcio de Medio Ambiente tendrá una duración de 25 años por cada uno de los cuales la empresa adjudicataria pagará alrededor de 152.000 euros. El presidente del consorcio, José Martín Sancho, explicaba que la empresa adjudicataria se ha comprometido a convertir en energía todos los residuos de rechazo que trate. "Lo que quedara se lo llevaría fuera. Habrá que hacer una preselección de las 40.000 toneladas y apartar un 10%".
Estas cifras constituyen un ingreso importante para la entidad provincial, que calcula contará este año con un presupuesto que superará los cuatro millones de euros. Una cifra que se sitúa cerca de la dotación económica que tuvo el consorcio en el pasado ejercicio, pero en el que se producirá «un incremento importante en la inversión», según recalca José Antonio Sanz. La ampliación del vaso del vertedero de Martín Miguel, que costará 5,4 millones de euros, contará, mientras, con la aportación de un millón del consorcio.
La conversión de rechazos en combustible o energía eléctrica se convertirá en realidad en dos o tres años, si todo sigue las gestiones previstas. Ya está adjudicada la concesión a la empresa que se encargará de gestionar la planta, la cual está a la espera de obtener una licencia medioambiental para iniciar unas obras que están proyectadas para 18 meses. Con esta iniciativa, el consorcio, que se ha fijado en los métodos para el tratamiento de residuos que aplican en otros lugares, espera convertirse en una referencia en este aspecto.
El Norte de Castilla
Segovia