Serbia planea cerrar y rehabilitar el mayor vertedero de Europa en 2023
Serbia se dispone a cerrar un importante vertedero a raíz de un reciente incendio que envolvió a su capital, Belgrado, en la niebla tóxica. El vertedero de Vinča está considerado el mayor vertedero no gestionado de Europa. Creado en 1977, el vertedero a cielo abierto recibe cada día 1.500 toneladas de residuos domésticos y 3.000 toneladas de residuos de la construcción.
Al estar a un año de alcanzar el volumen máximo de su capacidad, un desbordamiento de residuos amenaza con agravar los niveles existentes de contaminación atmosférica y marina, lo que ha llevado a las autoridades de Belgrado a tomar la decisión de cerrar el vertedero. En las últimas cuatro décadas, el vertedero absorbió más de 10 millones de toneladas de residuos. 4.000 millones de metros cúbicos de metano fueron liberados a la atmósfera desde el vertedero de Vinča, según datos derivados de las autoridades sanitarias de Belgrado.
El metano generado por este exceso de toneladas de residuos suele ser inflamable cuando se expone al oxígeno. El deseo de mitigar dicho riesgo de incendio es otra de las razones por las que la administración municipal pretende cerrar el vertedero. Las organizaciones ecologistas de Belgrado llevan mucho tiempo instando a que se tome esta medida. La rehabilitación del vertedero de Vinča está prevista para 2023.
El nuevo vertedero, que se está construyendo cerca del existente, está financiado tanto por las autoridades de Belgrado como por el consorcio franco-japonés Suez-Itochu en forma de asociación público-privada. El proyecto de Belgrado también incluye la construcción de una planta de conversión de residuos en energía y una incineradora.
En un plazo de tres años, las montañas de residuos existentes (algunas de ellas de hasta 70 metros de altura) se transformarán en espacios verdes, y el gas que emane de las pilas se capturará y utilizará para generar electricidad, si todo sale bien. Los residuos que se generen en el futuro también servirán para generar calor y electricidad. Los beneficios que se obtengan de estas actividades deberán compensar los gastos de inversión relacionados con la construcción y el funcionamiento del nuevo emplazamiento.
Estos planes han sido analizados por grupos ecologistas que afirman que la nueva planta de incineración será un obstáculo para que Serbia alcance los estándares de reciclaje de la UE. Los activistas han señalado que es mucho mejor reciclar los residuos de papel y plástico que incinerarlos. Los representantes de la ciudad cedieron y prometieron que la planta sólo trataría los residuos que no pudieran reutilizarse.
Belgrado está considerada una de las peores ciudades europeas en cuanto a contaminación atmosférica, justo después de la capital bosnia de Sarajevo. Serbia, como posible candidato a la UE, está obligada a cumplir ciertas normas medioambientales para acceder a la Unión. Se necesitarán inversiones por valor de 15.000 millones de euros para crear ese sistema sostenible de gestión de residuos sólidos y líquidos municipales. En Europa, los vertederos son responsables de más del 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
[Este contenido procede de Waste Management World. Lee el original aquí]