El presidente de Sogama, Luis Lamas, en declaraciones a Onda Cero Galicia mostró su satisfacción por la excelente acogida que ha tenido el programa de compostaje doméstico promovido por la Sociedad desde el 2010 y que, a día de hoy, ya ha sido implantado en medio centenar de municipios de las cuatro provincias gallegas, aglutinando a alrededor de 1.800 viviendas unifamiliares.

En todos los casos, el protocolo a aplicar sigue idéntico esquema: adhesión oficial del ayuntamiento interesado al programa, dotación de compostadores y formación del personal designado por cada concello para que éste transmita los oportunos conocimientos a los vecinos participantes, encargándose igualmente de realizar un seguimiento de la experiencia a través de visitas casa por casa con la pretensión de comprobar la técnica, solventar dudas y corregir posibles errores.

De cara al año 2014, Sogama prevé extenderla a otro millar de hogares, permitiendo que sean más las familias gallegas que puedan verse beneficiadas por la misma. Y es que cada vez son más las localidades interesadas en esta iniciativa. A día de hoy ya son 21 las que se encuentran en lista de espera: las 15 que conforman la Mancomunidad de la Mariña lucense, además de los municipios de Arbo, Porriño, Fornelos de Montes, Laracha, O Corgo y Pantón.

No obstante, el máximo responsable de Sogama augura que conforme vayan pasando los días serán más las solicitudes municipales que reciba la empresa. Y esto es así porque, tal y como argumentó, “los entes locales son conscientes del ahorro que supone esta medida, tanto a nivel medioambiental como económico”.

Asimismo, explicó que también se está dotando de compostadores a los colegios que disponen de servicio de comedor, utilizando éstos el abono resultante en los jardines y huertos de los propios recintos escolares.

La fabricación casera de compost trae consigo una serie de beneficios de gran interés para los entes locales. Desde la dimensión ambiental, porque se obtiene un abono natural con excelentes propiedades nutritivas para el suelo, con la particularidad de que, dado que en torno al 40 por ciento de la basura generada en los hogares es materia orgánica, reciclándola en origen se evita su depósito en los contenedores verdes convencionales, circunstancia que posibilita la reducción de la frecuencia de recogida de los mismos y unas menores emisiones de CO2 procedentes del transporte.

Pero a este ahorro ecológico habría que añadir el económico, pues disminuyendo la entrega de desechos a Sogama, se reduce en gran medida el importe de la factura al que deben hacer frente las arcas municipales, asumiendo éstas unos menores costes derivados de la gestión y tratamiento de los residuos urbanos.