Durante el período 2011-2014, la Sociedade Galega do Medio Ambiente posibilitó el reciclaje de 1.364 toneladas de aluminio, que remitió a los centros de recuperación para garantizar su conversión en nuevos productos y, de esta forma, contribuir al ahorro de energía y materias primas. 

Del total, 385 toneladas estaban constituidas por envases de aluminio depositados por la ciudadanía en los contenedores amarillos de recogida selectiva, junto con los de plástico, acero y briks, y que Sogama separa por tipologías en su planta de clasificación, mientras que las 979 restantes fueron seleccionadas de entre la basura en masa introducida por la población en los contenedores verdes convencionales y procesada en su planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, segregando igualmente el acero y el vidrio, y procediendo a la valorización energética del resto. 

En ambos casos, la clasificación del aluminio se viene realizando mecánicamente, a través de corrientes de Foucault. 

ARPAL cuantifica en 22.461 las toneladas de envases de aluminio recuperadas en España en 2014, una cantidad similar a la de 2013, y que viene a representar el 46,6 por ciento. Esta cifra aglutina las cantidades de material clasificadas a través de diferentes canales tales como plantas de selección, de compostaje y valorización energética, además de recuperadores tradicionales y recuperaciones complementarias. 

En el caso de Sogama, el pasado año se clasificaron en su complejo industrial de Cerceda (A Coruña) 265 toneladas de envases de aluminio, procediendo 92 de la bolsa amarilla y 173 de la negra. 

No existe límite al número de veces que se puede fundir y reutilizar el aluminio, ya que en el proceso de reciclado no varían sus propiedades. La lata que bebemos hoy puede haber sido parte de otro envase de hace veinte años. Y si se recicla, muy probablemente alguien beba de ella dentro de otros veinte. 

De hecho, se estima que el 75 por ciento de todo el aluminio que se ha fabricado desde hace cien años se encuentra actualmente en uso en forma de diversos productos gracias al reciclado. 

Además, cabe recordar que la energía que se ahorra reciclando una sola lata puede hacer funcionar un televisor durante tres horas, mientras que el reciclaje de una tonelada (63.000 latas) evita la utilización de 4,5 toneladas de bauxita y 1,3 toneladas de lignito, así como energía eléctrica equivalente a unos 36 barriles de petróleo. 

Constituida por entidades tales como Constellium, Alcoa Inespal, Hydro Aluminium Deutshland GMBH y Novelis, el principal cometido de la Asociación para el Reciclado de Productos de Aluminio (ARPAL) no es otro que promover la recuperación de envases usados de aluminio por todo el territorio español y crear una verdadera cultura sobre el reciclado de los mismos. 

Con tal fin, esta entidad sin ánimo de lucro lleva a cabo diversas actividades, editando todo tipo de material promocional orientado a diferentes destinatarios: gestores de proyectos de reciclado, asociaciones de diversa índole, empresas, centros educativos y medios de comunicación, entre otros.

ARPAL representa igualmente a la industria del aluminio en Ecoembes, (Sistema Integrado de Gestión para la recogida selectiva de envases ligeros usados en todo el territorio español), estando presente en su Comisión Delegada, Comisión Intermateriales y Comisión Técnica del Aluminio, y participando activamente en el Plan Estratégico del SIG, en la definición y cálculo del valor del Punto Verde en el envase de aluminio, en los convenios conjuntos con recuperadores complementarios, en el estudio de ofertas de material recuperado en las plantas de selección y asignación a recuperador, y en el estudio cuantitativo de los envases de aluminio puestos en el mercado.