Sogama promueve el reciclaje del vidrio contenido en la basura en masa
En su firme compromiso con el reciclaje de los materiales contenidos en los residuos, la Sociedade Galega do Medio Ambiente licita, por primera vez en su historia, promueve la recuperación de vidrio contenido en la basura en masa; una iniciativa que, además de las evidentes ventajas ambientales (ahorro de energía y materias primas), también le reportará ingresos económicos, estimados en un mínimo de 150.000 euros anuales (contemplando el material seleccionado en la PRTE y la partida correspondiente al acumulado en el depósito de inertes del complejo).
El vienres se publicó en el Diario Oficial de Galicia el pliego de condiciones correspondiente al contrato para la recuperación del vidrio seleccionado en las mesas densimétricas de la planta de elaboración de combustible (PRTE) del complejo medioambiental de Cerceda, donde se recepciona la fracción conocida como “bolsa negra” (restos no reciclables).
Si bien el importe máximo de licitación es de 30 euros por tonelada, en el marco de un acuerdo formalizado con Ecovidrio, Sogama percibirá de este Sistema Integrado de Gestión 35 euros/tonelada, lo que se traduce en unos beneficios económicos de 5 euros/tonelada, previendo sumar unos ingresos mínimos de 150.000 euros anuales.
Se calcula que las cantidades anuales de vidrio seleccionadas en la PRTE son del orden de 14.000 toneladas, a las que habría que añadir las que se encuentran acopiadas en el depósito de inertes del complejo industrial cercedense, que sumarían unas 170.000 toneladas más.
Por lo tanto, esta iniciativa también le permitirá descongestionar dicho depósito, donde a lo largo de estos años se ha venido acumulando el vidrio clasificado de entre el residuo genérico, posibilitando el incremento de su vida útil.
Así, la entidad quiere poner en valor una parte de los desechos que, por error, todavía es depositada por la ciudadanía en los contenedores verdes convencionales, toda vez que su destino debería ser el iglú verde, reservado para acoger las botellas, tarros y frascos de vidrio.
El tratamiento y reciclaje del calcín, que en todo caso se ajustará a la normativa vigente, deberá ser acreditado ante Sogama mediante la entrega de los correspondientes certificados expedidos por la vidriera o reciclador autorizado, que necesariamente acompañarán a cada factura, contemplando el origen y cantidades entregadas. El fin último no es otro que el de justificar la trazabilidad de este material y garantizar con ello su recuperación en los términos recogidos en la ley.
Con el fin de facilitar que las empresas interesadas puedan elaborar sus ofertas, éstas tienen la oportunidad de visitar las instalaciones de Sogama para ver las condiciones y características del material, y tomar las muestras que consideren oportunas con el objetivo de evaluar la cantidad de impropios y de vidrio con punto verde existentes.
El plazo para la presentación de ofertas concluye a las 13:00 horas del próximo 15 de abril.
El vienres se publicó en el Diario Oficial de Galicia el pliego de condiciones correspondiente al contrato para la recuperación del vidrio seleccionado en las mesas densimétricas de la planta de elaboración de combustible (PRTE) del complejo medioambiental de Cerceda, donde se recepciona la fracción conocida como “bolsa negra” (restos no reciclables).
Si bien el importe máximo de licitación es de 30 euros por tonelada, en el marco de un acuerdo formalizado con Ecovidrio, Sogama percibirá de este Sistema Integrado de Gestión 35 euros/tonelada, lo que se traduce en unos beneficios económicos de 5 euros/tonelada, previendo sumar unos ingresos mínimos de 150.000 euros anuales.
Se calcula que las cantidades anuales de vidrio seleccionadas en la PRTE son del orden de 14.000 toneladas, a las que habría que añadir las que se encuentran acopiadas en el depósito de inertes del complejo industrial cercedense, que sumarían unas 170.000 toneladas más.
Por lo tanto, esta iniciativa también le permitirá descongestionar dicho depósito, donde a lo largo de estos años se ha venido acumulando el vidrio clasificado de entre el residuo genérico, posibilitando el incremento de su vida útil.
Así, la entidad quiere poner en valor una parte de los desechos que, por error, todavía es depositada por la ciudadanía en los contenedores verdes convencionales, toda vez que su destino debería ser el iglú verde, reservado para acoger las botellas, tarros y frascos de vidrio.
El tratamiento y reciclaje del calcín, que en todo caso se ajustará a la normativa vigente, deberá ser acreditado ante Sogama mediante la entrega de los correspondientes certificados expedidos por la vidriera o reciclador autorizado, que necesariamente acompañarán a cada factura, contemplando el origen y cantidades entregadas. El fin último no es otro que el de justificar la trazabilidad de este material y garantizar con ello su recuperación en los términos recogidos en la ley.
Con el fin de facilitar que las empresas interesadas puedan elaborar sus ofertas, éstas tienen la oportunidad de visitar las instalaciones de Sogama para ver las condiciones y características del material, y tomar las muestras que consideren oportunas con el objetivo de evaluar la cantidad de impropios y de vidrio con punto verde existentes.
El plazo para la presentación de ofertas concluye a las 13:00 horas del próximo 15 de abril.
En caso de que el adjudicatario no recoja, en el plazo de siete días naturales a contar desde la fecha de comunicación realizada por Sogama, las cantidades de vidrio designadas por ésta, se le aplicará un descuento del 5 por ciento en la facturación mensual por cada día de retraso. Asimismo, si se detecta que el calcín no es remitido por la entidad recuperadora a un reciclador autorizado o vidriera, la penalización asciende al 10 por ciento de la facturación que corresponda a dicho envío.
Por su parte, cualquier sanción que pueda recaer en la Sociedade Galega do Medio Ambiente, ya sea por parte de la administración pública o cualquier otro ente, será repercutida en el adjudicatario, pero con un recargo del 10 por ciento.
La importancia de una adecuada recogida selectiva
La preocupación de Sogama por la recuperación de los envases de vidrio contenidos en la denominada bolsa negra va más allá del ámbito medioambiental. Porque, además de perderse un material cien por cien reciclable (recordemos que de un envase de vidrio se puede obtener otro con idénticas características, sin perder un ápice de cualidades), los ayuntamientos están incrementando de forma inútil el peso de la basura que entregan a esta empresa pública, engrosando el importe de la factura que deben pagar por su gestión.
A pesar de que el iglú verde convive con la ciudadanía desde hace mucho tiempo, su correcta utilización no está totalmente extendida y prueba de ello es la gran cantidad de envases de vidrio que todavía se depositan en origen en el contenedor verde convencional, junto con los restos orgánicos y otros materiales no reciclables.
Sogama, a través de esta licitación, quiere contribuir a la recuperación de este material, sin olvidar incluir este extremo en las campañas de concienciación social que, junto a la Consellería de Medio Ambiente, saca periódicamente a la luz, insistiendo en que la garantía del reciclado se encuentra en las manos de la población y, además, con un sencillo gesto: arrojar cada tipología de residuo al contenedor correspondiente.
Resulta evidente que esta actuación podría considerarse un claro ejemplo de que los beneficios ambientales del reciclaje también van ligados a los beneficios económicos y sociales. En definitiva, reciclaje equivale a sostenibilidad.
Por su parte, cualquier sanción que pueda recaer en la Sociedade Galega do Medio Ambiente, ya sea por parte de la administración pública o cualquier otro ente, será repercutida en el adjudicatario, pero con un recargo del 10 por ciento.
La importancia de una adecuada recogida selectiva
La preocupación de Sogama por la recuperación de los envases de vidrio contenidos en la denominada bolsa negra va más allá del ámbito medioambiental. Porque, además de perderse un material cien por cien reciclable (recordemos que de un envase de vidrio se puede obtener otro con idénticas características, sin perder un ápice de cualidades), los ayuntamientos están incrementando de forma inútil el peso de la basura que entregan a esta empresa pública, engrosando el importe de la factura que deben pagar por su gestión.
A pesar de que el iglú verde convive con la ciudadanía desde hace mucho tiempo, su correcta utilización no está totalmente extendida y prueba de ello es la gran cantidad de envases de vidrio que todavía se depositan en origen en el contenedor verde convencional, junto con los restos orgánicos y otros materiales no reciclables.
Sogama, a través de esta licitación, quiere contribuir a la recuperación de este material, sin olvidar incluir este extremo en las campañas de concienciación social que, junto a la Consellería de Medio Ambiente, saca periódicamente a la luz, insistiendo en que la garantía del reciclado se encuentra en las manos de la población y, además, con un sencillo gesto: arrojar cada tipología de residuo al contenedor correspondiente.
Resulta evidente que esta actuación podría considerarse un claro ejemplo de que los beneficios ambientales del reciclaje también van ligados a los beneficios económicos y sociales. En definitiva, reciclaje equivale a sostenibilidad.
SOGAMA
Cerceda, A Coruña