Sogama reparte medio millar de nuevos compostadores en Galicia
La Sociedade Galega do Medio Ambiente ha procedido al reparto de medio millar de nuevos compostadores de 341 litros de capacidad entre municipios, centros escolares y colectivos sociales.
Así lo decidió tras el éxito alcanzado por su programa de compostaje doméstico, iniciado en el año 2010, y al que se han adscrito 137 entidades, habiendo distribuido más de 3.700 compostadores.
Los últimos en incorporarse han sido los ayuntamientos de Cee, Ponteceso, San Sadurniño y Cabanas, en la provincia de A Coruña; Esgos, en la de Ourense; y Castro de Rei, en la de Lugo. También la Universidad de Santiago de Compostela, el centro de Formación y Experimentación Agroforestal de Lourizán, en Pontevedra, y varios colegios de distintos puntos de Galicia, además de la asociación vecinal Ribasaltas de Monforte de Lemos.
Pero la labor de Sogama no se circunscribe únicamente a la distribución de estos recipientes, sino que lleva a cabo labores de formación orientadas a los representantes municipales y a los vecinos participantes en esta iniciativa, garantizando de esta forma la fabricación de un compost de calidad que cumpla con todos los requisitos recogidos en la normativa vigente, pudiendo ser aplicado en la agricultura sin restricciones.
Los concellos deberán designar a las personas que asumirán el rol de maestros compostadores y que serán los encargados de llevar a cabo el seguimiento del programa. El cometido asignado será la realización de visitas periódicas a los hogares participantes con el fin de supervisar el trabajo realizado en los mismos, evaluar la técnica aplicada, corregir posibles errores y solventar las dudas que los usuarios puedan presentar.
PLAN DE TRABAJO
La adhesión al programa de autocompostaje doméstico dará comienzo con la solicitud expresa de los ayuntamientos. Tras evaluar sus necesidades, se les asigna un determinado número de recipientes a ubicar en otras tantas viviendas unifamiliares que dispongan de huerto, jardín y/o tierras de cultivo. La selección de las mismas la lleva a cabo el propio ente local, utilizando los medios de difusión que considere más convenientes. Acto seguido, se procede a la formación de los maestros compostadores, quiene, a su vez, harán lo propio con los ciudadanos participantes. Sogama cederá igualmente material divulgativo diverso, fundamentalmente manuales de ayuda en los que se explica el concepto de compostaje doméstico, cómo proceder a su fabricación, qué materiales deben y no deben ser depositados en el compostador, cómo subsanar posibles incidencias y proceso de maduración al que debe ser sometido la materia orgánica a fin de obtener un abono natural de alta calidad.
Tal y como ha venido haciendo en etapas anteriores, la Sociedad prevé llevar a cabo un análisis científico de determinadas muestras de compost a fin de comprobar si éste reúne los parámetros técnicos exigidos por la ley y que, en todo caso, vienen a garantizar sus bondades para el suelo, aportándole nutrientes y sustituyendo así a los fertilizantes artificiales, con gran presencia de químicos y con un coste importante.
En el caso de los centros escolares que cuentan con servicio de comedor, el compost resultante se aplica en sus propios huertos y jardines, contribuyendo a la formación de los pequeños en el ámbito medioambiental.
Por su parte, determinados colectivos sociales, como es Cáritas Parroquial de Ordes, el programa se orienta a los grupos más desfavorecidos y en situación de desempleo, permitiéndoles recibir formación, ocupar su tiempo y que incluso puedan abastecerse de los productos cosechados y abonados en el huerto urbano local.
BENEFICIOS
Los beneficios del autocompostaje son múltiples, estando presentes desde la dimensión ambiental, económica y social.
Cerrando el ciclo de reciclado de los restos orgánicos en origen, que vienen a suponer en torno al 40 por ciento de la composición global de la basura generada por las familias, se evita el depósito de los mismos en los contenedores verdes convencionales. Con ello, se posibilita que los concellos puedan reducir la frecuencia de recogida de basura y, por tanto, el transporte, disminuyendo de forma paralela las emisiones de CO2.
La menor cantidad de basura en masa depositada en los contenedores genéricos se traducirá en un menor importe de la factura a abonar a Sogama por sus servicios y a la que deben contribuir todos los contribuyentes a través de las correspondientes tasas locales.
A nivel social, cabría destacar que se trata de una práctica que forma parte de la tradición del rural gallego, no suponiendo para los vecinos un esfuerzo adicional, ya que la separación de la materia orgánica para fabricación de abono y/o alimento del ganado forma parte de la idiosincrasia de los pueblos gallegos.
Además, y debido a que, por lo general, los contenedores se encuentran alejados en muchos casos de las viviendas, como consecuencia de la alta dispersión de la población, se aminoran los desplazamientos que los ciudadanos deben realizar a los mismos, ya que los envases ligeros, el papel/cartón y el vidrio pueden almacenarse varios días en las viviendas sin riesgos de olores ni otras molestias.
El programa de autocompostaje de Sogama, que cuenta con el apoyo de la Xunta de Galicia, se configura así como un elemento de peso en la mejor gestión de los residuos, tal y como se contempla en el plan autonómico de gestión de residuos urbanos 2010-2020, ofertando la posibilidad de dar un tratamiento más ecológico a los residuos orgánicos.