Solo 9 países de la UE están en vías de cumplir los objetivos de reciclaje para 2025
Según el Pacto Verde europeo, los residuos deben reducirse. Cuando los residuos no puedan evitarse, debe recuperarse su valor económico y evitarse o minimizarse su impacto en el medio ambiente y en el cambio climático. De acuerdo con estos objetivos, la jerarquía de residuos de la UE da la máxima prioridad a la prevención de residuos, seguida de la preparación para la reutilización y el reciclado.
Aunque el plan de acción de economía circular de la Comisión Europea incluye un nuevo compromiso para desarrollar objetivos de reducción de residuos, la legislación vigente de la UE en materia de residuos ya establece objetivos vinculantes y cuantificados para el reciclado de varios flujos de residuos, incluidos los residuos municipales y de envases. Estos objetivos se aplican a todos los Estados miembros de la UE.
El aumento de las tasas de reciclado garantizará unos recursos materiales muy necesarios para la economía europea. Esto contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y otras emisiones que se generan cuando se extraen y procesan recursos vírgenes. También reducirá las dependencias y aumentará la autonomía estratégica de la UE para algunos materiales clave. Impulsada por las políticas nacionales y de la UE, la gestión de los residuos municipales en la UE ha mejorado lentamente desde 2010. Sin embargo, los avances en las tasas de reciclado se han ralentizado recientemente. Las tasas de reciclaje de residuos de envases son superiores a las de los residuos municipales, pero apenas han variado en el mismo periodo. La tasa de reciclado de residuos de envases puede haber disminuido ligeramente, aunque los cambios en la metodología de presentación de informes que utilizan los países y la pandemia COVID-19 podrían ser en parte responsables de ello.
Para seguir avanzando hacia una economía circular, la Directiva Marco de Residuos y la Directiva de Envases y Residuos de Envases establecen objetivos concretos para la gestión de residuos municipales y residuos de envases que deben alcanzarse en 2025, 2030 y 2035. Estos objetivos son más ambiciosos que los anteriores objetivos de reciclado de residuos municipales (que debían cumplirse en 2020) y de residuos de envases (que debían cumplirse en 2008).
Para obtener todos los beneficios medioambientales y de ahorro de recursos, todos los Estados miembros de la UE deben aplicar medidas eficaces que garanticen el cumplimiento de los objetivos. Por ello, las directivas introdujeron el mecanismo de "alerta rápida" para seguir los avances hacia los objetivos e informar a los Estados miembros de dónde se requerirán esfuerzos adicionales.
Conclusiones de la AEMA
De los 18 Estados miembros que corren el riesgo de no cumplir el objetivo del 55% de residuos municipales preparados para la reutilización y el reciclado en 2025, 14 ya corrían el riesgo de no cumplir el objetivo anterior para 2020, según se recoge en el informe de alerta temprana de la Comisión Europea de 2018 (CE, 2018). Este objetivo, establecido en la Directiva Marco de Residuos, exigía a los Estados miembros reciclar y preparar para la reutilización al menos el 50% de tipos específicos de residuos domésticos y similares. El objetivo de 2025 no solo es más ambicioso, sino también más difícil de cumplir debido a unas normas de información más estrictas.
Los biorresiduos son el principal componente de los residuos urbanos. Por tanto, la recogida selectiva de biorresiduos para una gran parte de la población es clave para ayudar a los Estados miembros a alcanzar su objetivo de reciclado de residuos municipales (AEMA, 2023). En general, se constató que los Estados miembros que corrían el riesgo de no cumplir su objetivo de reciclado no disponían ni de una recogida selectiva conveniente para la mayor parte de la población ni de una capacidad de tratamiento adecuada. Sin embargo, la mayoría de estos Estados miembros tienen previsto mejorar la comodidad y la cobertura de su servicio de recogida de biorresiduos en los próximos años. Prestar la debida atención a cómo se aplican estos planes será clave para cumplir los objetivos.
El objetivo de reciclado del 50% de los envases de plástico parece ser el más exigente de los objetivos de residuos de envases específicos de materiales, ya que 19 Estados miembros corren el riesgo de no alcanzarlo. Los envases de plástico son difíciles de reciclar. Su complejo diseño dificulta a menudo el reciclado, contribuyendo a elevadas pérdidas de clasificación durante el procesamiento. Por tanto, se espera que las nuevas normas de cálculo que tendrán en cuenta estas pérdidas repercutan negativamente en los índices de reciclado de envases de plástico. Los avances en el diseño de envases para el reciclado serán cruciales para lograr mayores tasas de reciclado. Además, las evaluaciones muestran que los actuales sistemas de recogida suelen capturar sólo una parte muy limitada de los plásticos de los residuos municipales. Esto indica un potencial considerable para mejorar la eficacia de los sistemas de recogida selectiva de plásticos.
Sin embargo, las evaluaciones proporcionan numerosas pruebas de que muchos Estados miembros han aplicado políticas y medidas mejoradas para reciclar los residuos municipales y los residuos de envases. Entre ellas se incluyen la ampliación de los sistemas de recogida selectiva, el desarrollo de nuevas capacidades de tratamiento de biorresiduos y la introducción de sistemas de pago por desechar para incentivar la clasificación en origen.
El ejercicio de alerta temprana de la UE demuestra el valor crítico de la supervisión a la hora de proporcionar datos para calibrar la eficacia de las acciones e indicar dónde debe reforzarse la aplicación de las políticas. A pesar de algunos avances positivos, muchos Estados miembros tendrán que intensificar sus esfuerzos en el futuro para cumplir los objetivos de reciclado.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de AEMA]