Para un correcto reciclaje todo empieza por el ecodiseño de los productos que consumimos. Gracias a las normativas de responsabilidad ampliada del productor cada día los productores mejoran en el diseño para facilitar la reparación, la reutilización y el reciclaje de los productos.

No hay reciclaje si falla un eslabón de la cadena de la economía circular y uno, muy importante, somos nosotros en nuestras casas. Debemos separar, pero, ¿por qué hacerlo?

Separar en casa reduce la cantidad de basura enviada a vertederos e incineradoras, minimizando la contaminación del suelo, agua y aire. Esto ayuda a gestionar mejor los residuos sólidos urbanos y a evitar la sobrecarga de los sistemas de eliminación de desechos.

Al reciclar materiales como papel, vidrio, plástico y metales, se reduce la demanda de extracción de materias primas. Esto preserva recursos naturales valiosos como minerales, petróleo y árboles, y reduce la necesidad de destruir hábitats naturales para obtener estos recursos.

La producción de nuevos productos a partir de materiales reciclados consume significativamente menos energía que la fabricación desde cero con materias primas vírgenes. Por ejemplo, el reciclaje de aluminio ahorra hasta un 95% de la energía necesaria para producir aluminio nuevo a partir del mineral bauxita.

Dicho todo lo anterior, está claro que menos residuos en los vertederos significa menos emisiones. Se reduce no solo el dióxido de carbono, sino también el metano, un potente gas de efecto invernadero. Gas que correctamente gestionado podría ser una fuente de energía renovable.

Reciclar fomenta un modelo económico sostenible en el que los productos y materiales se reutilizan y reciclan de manera continua. Esto ayuda a desarrollar una economía más resiliente y sostenible, reduciendo la dependencia de los recursos naturales y minimizando los residuos.

El reciclaje puede generar empleo en la industria de la gestión de residuos y el reciclaje. También puede ahorrar dinero a los municipios, por ende a la ciudadanía, ahora obligada a asumir todos los costes de los residuos, al reducir los costes de gestión de los residuos.

Al reducir la necesidad de extraer y procesar nuevos materiales, se disminuye la destrucción de hábitats y la contaminación que amenazan la vida silvestre. Menos residuos y plásticos en los ecosistemas naturales reducen los peligros para los animales.

Debemos ser más ambiciosos y esforzarnos por fomentar la educación y concienciación ambiental. En la calle no se percibe la necesidad de separar en casa ni se conoce su real importancia. Las administraciones deben hacer un esfuerzo por transmitir valores a la sociedad e impulsar una cultura de la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental.

¡Para que el reciclaje sea un éxito, separemos residuos en origen! Separar en casa es un paso crucial para proteger el medio ambiente, conservar recursos, ahorrar energía, y contribuir a un futuro más sostenible.

[Este contenido ha sido reelaborado a partir de Cadena Ser. Lee el original aquí]