La detención se produjo después de que el equipo de investigación del Seprona sorprendiera a un camión realizando descarga de tierra y seguidamente a una máquina excavadora tapando el material. La zona era ya investigada con anterioridad y el característico color negruzco del vertido, típico de residuos impregnados con algún hidrocarburo y/o grasas, además de la manera de taparlo levantó las sospechas de los agentes de que pudiera tratarse más de una ocultación que de una forma de reciclar.

Así, se abrió una investigación, basada en una serie de vigilancias discretas, e inspecciones a la empresa. La primera permitió verificar la extracción de tierras de un terreno que anteriormente había pertenecido a Renfe, por lo que se sospechó que pudiera encontrarse contaminado al tratarse de antiguos talleres.

Estas extracciones, autorizadas por otra parte, forman parte de una obra que cuenta con todos los permisos exigibles. En una inspección a las instalaciones de la compañía, en la que se halló al descubierto un depósito de 4000 metros cúbicos de tierra, similar a las que habían visto tapar anteriormente en otra parcela, facilitó la recogida de muestras para su análisis.

El laboratorio regional de Medio Ambiente de la Junta ha emitido un informe en el que se demuestra que los residuos analizados contienen, en distintas proporciones, metales pesados como plomo, cobre, cadmio, zinc, mercurio y níquel, además de elevada concentración en hidrocarburos. Dicho material, 4.000 m3 de tierra que equivalen a unas 7.200 toneladas, debía haber sido transportado y tratado por una empresa autorizada en residuos, al objeto de proceder a su descontaminación.

El gerente de la empresa donde se localizó el depósito, que coincide con el de la empresa transportadora, ha sido detenido. Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Miranda de Ebro.