Un informe alerta que estamos lejos de lograr el 20% de plástico reciclado para 2025
En 2018, un centenar de organizaciones, empresas y gobiernos se reunieron para firmar el Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico. El objetivo era reducir de manera contundente la contaminación plástica y crear una visión común de economía circular para este material. Se pactaron varios objetivos, pero el más importante de todos, aunque sencillo, era el más retador: que todo el plástico que produjeran no se convirtiera nunca en basura. La fecha límite para lograrlo: el año 2025.
Y aunque es un compromiso común, que no estaba impulsado por los gobiernos sino por la Fundación Ellen McArthur, el impacto que se podía lograr era enorme, porque entre las compañías firmantes estaban algunas de las mayores consumidoras y productoras de empaques y envases plásticos de un solo uso del mundo: L’Oréal, Nestlé, PepsiCo, The Coca-Cola Company y Unilever, entre otras. En total, los responsables del 20 por ciento de la generación mundial de plástico de un solo uso de todo el planeta.
La Fundación Ellen McArthur revela en su informe anual que al ritmo actual es imposible que se logre la meta pactada a 2025, debido a diferentes factores. El informe, que realizan desde 2018 para analizar cómo va la consecución de los objetivos de dicho Compromiso, entrega este año las cifras de lo alcanzado en 2021.
Según explica Thais Vojvodic, integrante del equipo global de la iniciativa Nueva Economía del Plástico de la Fundación Ellen McArthur, si bien se están logrando avances cuantificables con respecto al Compromiso Global, el uso de envases flexibles y la falta de inversión en infraestructuras de recogida y reciclaje hacen que el objetivo del 100 por ciento de envases de plástico reutilizables, reciclables o compostables para 2025 sea inalcanzable para la mayoría de las empresas firmantes.
“Estamos en el cuarto reporte y ya es posible entender cuáles son las tendencias, cuáles son los crecimientos y en 2022 podemos entender que hay áreas donde las empresas han hecho un progreso relevante pero hay otras donde muy probablemente no alcancen. No hay ninguna evidencia que nos muestre que hay confianza para que se llegue al 100 por ciento de empaques reutilizables, reciclables o compostables”, enfatizó la experta.
Entre algunos de los datos clave extraídos del informe elaborado por la Fundación y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se resalta que la incorporación de resina reciclada en los envases de plástico sigue aumentando fuertemente, a tal punto que se ha duplicado en los últimos tres años; y que, aunque más de la mitad de las empresas firmantes redujeron el uso de plásticos vírgenes desde 2018, en el año 2021 el uso general de ese material entre ese mismo grupo de compañías aumentó, regresando otra vez a los niveles de 2018.
Además se destaca que muchas empresas aún no alcanzan un pico máximo de consumo de plástico virgen para empezar de allí a disminuir. Ante ello enfatiza Vojvodic, es clave que las compañías “desasocien el crecimiento de ventas con el aumento en la producción de empaques de un solo uso. Es necesario que las empresas entreguen los productos a los consumidores de una forma nueva, con nuevos modelos, que el empaque sea diseñado para que se mantenga dentro de la economía. No es suficiente que las empresas inviertan en reciclaje y en eso que pasa cuando el plástico ya se convirtió en basura, es necesario que las empresas inviertan más en innovación”.
Según Juan Sebastián Jiménez, director de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sostenibilidad en Coca-Cola Colombia, la contaminación por plástico se encuentra estrechamente relacionada con la gestión que damos a residuos plásticos y, por esto, es fundamental continuar fomentando el conocimiento sobre las oportunidades de reciclaje y reutilización que ofrece este material. “Por ejemplo, si logramos que productos elaborados con plástico como el PET entren en un ciclo de vida circular, no solo evitamos utilizar material virgen, sino que garantizamos que estos empaques tengan la posibilidad de convertirse en un nuevo envase, contenedor o producto”, señala el directivo.
Otro punto que destaca el informe es que si bien en 2021 algunas marcas mundiales anunciaron objetivos cuantitativos para aumentar la adopción de envases reutilizables, el 42 por ciento de las firmas aún no han introducido ningún modelo de reutilización en sus estrategias de envasado. “Los envases de plástico flexible, como las bolsitas y las películas, plantean un problema importante. La dificultad de reciclarlos (tanto en la práctica como a gran escala) es una razón clave por la que la mayoría de las empresas no alcanzarán su objetivo de utilizar únicamente envases de plástico reutilizables, reciclables o compostables para 2025”, dice el documento.
Para Vojvodic, es clave resaltar que no se puede entender el informe como una derrota, sino más bien como una alerta. “Acciones voluntarias como este compromiso son muy importantes, pero eso no es suficiente. Necesitamos que los gobiernos hagan cambios regulatorios urgentemente para que haya una aceleración de este progreso por una economía circular”, finaliza la experta.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El Tiempo. Lee el original aquí]