Así pues, Austria, Holanda, Dinamarca, Alemania y Suecia obtuvieron las mejores puntuaciones del análisis, que tiene en cuenta 18 criterios básicos que van desde la cantidad de residuos municipales reciclados, hasta la capacidad del tratamiento de esas basuras, incluyendo también las directivas europeas respetadas y el número de procesos judiciales abiertos por su incumplimiento.

En el listado es importante que los denominados PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) se sitúan a la cola o en los puestos intermedios de los Veintisiete. España es la mejor clasificada en ese puesto 12 con un total de 21 puntos. Sin embargo, la Comisión señala que nuestro programa de prevención de residuos, la legislación sobre vertidos, la capacidad para el tratamiento y las previsiones sobre la generación y el tratamiento son muy deficientes.

Portugal, que registra los mismos puntos, se ubica en el puesto 13, mientras que Irlanda es, del grupo citado, el último de los Estados que forma parte del segundo escalón de tres. La Comisión ha dividido en tres grupos a los países de la UE clasificándolos entre virtuosos, con defectos que se deben corregir y pésimos.

En este último grupo está Italia con 15 puntos, con numerosos expedientes abiertos por violar las directivas de residuos y de vertederos. En este sentido es relevante que el problema de las basuras en Italia está íntimamente relacionado con el tráfico de las mafias y la incapacidad de la política para conseguir que la Camorra o la ´Ndrangheta hayan hecho de la gestión de residuos de todo el país un negocio ajeno a la ley, al medioambiente y a la salud de las poblaciones, sobre todo, del sur del país.

Grecia es el país peor valorado por la CE, puesto que sólo aprueba dos de los 16 criterios empleados.