Así, el ente municipal ha indicado que es un proyecto respaldado por la Asociación Humanitaria de Discapacitados de Cataluña (ASCAT) y comportará, de entrada, la creación de unos 40 puestos de trabajo directos. A ellos se suman los 500 puestos indirectos que se generarán en toda Cataluña mediante la recogida de los aceites usados.

ASCAT es una entidad sin ánimo de lucro que tiene como objetivo la integración sociolaboral de personas con algún tipo de discapacidad.

En la nueva planta se transformará el aceite usado de restaurantes, comercios y domicilios particulares para convertirlo en biodiesel y también para aplicaciones en el campo de la cosmética. La instalación será pionera en tanto que todos los puestos de trabajo serán ocupados por personas con discapacidad y, además, se aprovecharán todos los elementos de los aceites vegetales para crear nuevos productos, principalmente biodiesel, pero también abonos agrícolas o pienso para piscifactorías.

La planta de reciclaje tendrá 1.800 metros cuadrados y se prevé que pueda construirse en un periodo ocho a doce meses. La inversión necesaria para su construcción asciende a 4,5 millones de euros, financiados por empresas privadas.

El Ayuntamiento de Alcarràs colaborará con ASCAT ayudándole a conseguir los futuros trabajadores de la planta, que se captarán a través de la bolsa de trabajo municipal.