Un proyecto español busca degradar residuos plásticos gracias a distintos insectos
Una investigación liderada por el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) plantea el uso del microbioma del intestino de distintos insectos como herramienta para la degradación, valorización y reciclaje de residuos plásticos de envases multicapa, dentro del proyecto ENTOMOPLAST.
El trabajo, "en marcha desde hace un año y con previsión de poder concluirlo durante el próximo año de 2023" según ha explicado a EFE VERDE su investigador principal, Pablo Ferrero, ofrecerá una solución para impulsar la economía circular ya que facilitará un reciclaje rentable del plástico y ayudará así a cumplir los objetivos de reciclado marcados por la Comisión Europea para 2030.
Si bien es cierto que los envases multicapa "están muy presentes en nuestro día a día" y ofrecen "ventajas numerosas" como la reducción del peso, el ahorro económico y ambiental o la disminución en el desperdicio de alimentos", no lo es menos que son "muy difíciles" de reciclar, puesto que poseen diferentes componentes que no se pueden separar unos de otros. Por ello, al ser reciclados se obtiene productos "de muy baja calidad", ya que la única forma de conseguir un buen procesado y reciclado del material es "operando con un único tipo de polímero", ha explicado el investigador.
El proyecto en el que está implicado Ferrero propone el uso de biotecnología a través de la aplicación de insectos para acelerar la biodegradación selectiva de materiales como el polietileno, el polietileno tereftalato-poliéster y el poliuretano y evitar de esta forma que los envases terminen incinerados o en vertedero tras ser rechazados en las plantas de reciclaje.
Así, ejemplares de insectos como la Locusta migratoria (un tipo de langosta), el Pachnoda butana (un escarabajo) o las Plodia interpunctella y Galleria mellonella (dos polillas), cuya dieta natural guarda semejanza en cuanto a su estructura química con los plásticos, han sido alimentados durante su fase larvaria con plástico para observar si podían digerirlo bien.
Tras analizar las diferencias entre los microbiomas de los insectos que habían recibido dieta normal y los alimentados con plástico, fue posible identificar "claramente" los microorganismos dentro de los intestinos de las larvas que, en efecto, son capaces de biodegradar plásticos, ha certificado Ferrero. Esta solución "no es sólo medioambiental y social" sino que ofrece un "alto valor añadido" al envase ya que, al degradar sus capas con este método, puede ser reciclado y "en la mayoría de los casos el material reciclado tiene más valor que el virgen" con un precio por tanto más alto.
Sin embargo, este no es el único proyecto para reaprovechar los plásticos ya que "la ciencia continúa investigando nuevos procesos" y promoviendo opciones alternativas para el reciclado aunque "necesita el apoyo de la legislación", ha señalado este científico. Y es que "la sociedad percibe que el problema es el plástico, pero en realidad es la gestión que se hace del mismo", ha recordado Ferrero, quien reconoce que "siempre es más fácil apuntar al material que apuntarnos a nosotros mismos" pero la buena noticia es que "precisamente, la solución está en nuestras manos". Separar en origen, impulsar estrategias de prevención de residuos, reutilizar y reciclar son algunas de las acciones individuales enumeradas por este experto como recomendaciones básicas en este sentido.
El proyecto ENTOMOPLAST ha sido financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación y en el mismo trabajan junto a AIMPLAS otras instituciones aliadas en forma de consorcio: el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio) de la Universidad de Valencia, la Agencia Estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa Darwin Bioprospecting Excellence.
[Esta noticia fue publicada originalmente en EFE VERDE. Lee el original aquí]