Los españoles depositamos el 71,9% de los envases de plástico, papel, cartón y metal en los contenedores amarillos o azules durante el año pasado, lo que supone cerca de 1,2 toneladas de este tipo de residuos. Alcanzamos con estas cifras la tasa más alta de la historia y un 1,6% más que en 2012, según los datos facilitados por Ecoembes.

De esta manera, se confirma la tendencia al alza del reciclado de envases domésticos, que fue del 4,8% en 1998, cuando se implantó el sistema integrado de gestión de estos residuos, y año a año ha ido incrementándose.

La actividad económica relacionada con los residuos es la mayor generadora de empleo verde y representa un 27% de los puestos de trabajo asociados al medio ambiente en España.

Así se desprende del último número de ‘Análisis y prospectiva –Serie medio ambiente’ hecho público por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Se trata de un documento que incluye un análisis de la perspectiva socioeconómica del sector.

Según datos de Eurostat, cada español generó 464 kilos de residuos en el año 2012, lo que supone un 5,6% menos del promedio de la Unión Europea, donde la media se sitúa en 492 kilos por persona y año.

El gran reto de España en materia de residuos es cumplir con los objetivos de reutilización y reciclaje marcados en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados de 2011, que establece que en 2020 el reciclado ha de ser del 50% (en peso) para los residuos domésticos y similares; una cifra que, según los datos de Ecoembes, hemos superado con creces.

Igualmente, la Ley de Residuos establece que debe alcanzarse el 44% del reciclaje en los sectores de construcción y demolición.

Otro de los aspectos recogidos en el documento del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente tiene que ver con una mayor concienciación sobre la importancia del reciclaje y la eliminación de residuos.

El incremento de éstos se consideró en 2011 como uno de los cinco principales problemas ambientales para el 33% de los europeos, nueve puntos porcentuales más que en 2008. En el caso de España, estos porcentajes subieron del 7% en 2008 al 21% en 2011.