Ecologistas en Acción viene desarrollando desde hace 15 años el programa de recogida de residuos orgánicos “Tu basura vale un huevo”, mediante el cual la basura orgánica de bares, vecinos y comedores pasan a ser alimento de gallinas que generan huevos y gallinaza que se reutiliza como abono orgánico en la huerta, cerrando ciclos en un ejemplo de economía circular.

El programa se desarrolla en dos vertientes, una la autogestión de gallineros comunitarios, dentro de los huertos sociales en agricultura ecológica de san jerónimo, en el que parcelistas del programa se coordinan para alimentar con los residuos domésticos de sus hogares un gallinero que les aportan huevos para el autoconsumo y buenos aportes de gallinaza para fertilizar sus huertas.

La segunda pata del programa la desarrolla directamente ecologistas y consiste en mantener un gallinero que cuenta con un espacio cubierto de más de 50 m² y 500m² de patio arbolado, donde viven en semilibertad unos 100 animales, que se alimentan de los residuos que se recogen a diario de bares y comedores del barrio. Tras un parón, celebran la reincorporación al programa del comedor de la escuela Infantil de San Jerónimo, evitando que los residuos orgánicos de la cocina de la escuela acaben en el vertedero y en su lugar,  se incorporen a la huerta con el tratamiento previo que le dan las gallinas a las que sirven de alimento, generando a su vez huevos de calidad que permiten el mantenimiento de las infraestructuras y gastos veterinarios que se precisan en un programa de ganadería urbana que cumple con todas las exigencias.

Las aportaciones de socios por estos huevos permite mantener también en el programa ganadero la cría de la raza de ovejas en peligro de extinción “Churra Lebrijana” de las que mantenemos un rebaño de reproducción para incrementar el número de ejemplares de la raza mediante la cesión a ganaderías familiares que se comprometan con la conservación de la raza.

En fin, el programa “Tu basura vale un huevo”, está ya maduro y pretende dar otro uso a la basura orgánica que viene demostrando que con un poco de decisión se pueden ahorrar recursos y generar productos de calidad donde antes sólo teníamos residuos de difícil tratamiento. Es a su vez muy importante el hecho de que este proceso se realice en una escuela infantil, acostumbrando a los pequeños ciudadanos a reducir los residuos que generamos, favoreciendo su aprovechamiento, lo que repercute también en la sana costumbre de la separación en origen de los residuos, evitando su mezcla que impide su reutilización o reciclaje.

Con una simple extrapolación podríamos calcular el potencial de recuperación de basura de este sistema sabiendo que en nuestras instalaciones recuperamos unos 500 kg de basura semanales, atendiendo sólo a tres entidades colaboradoras, restos que generan un huevo por kilo de basura y suficiente materia orgánica en forma de gallinaza para mantener nutrido una huerta de 500 m², alimentando animales criados con un alto grado de bienestar.

[Este contenido procede de Ecologistas en Acción. Lee el original aquí]