Los residuos pétreos generados en la demolición de las viejas casetas de pescadores están siendo utilizados para el relleno de la piscina del Puerto de Almería, la zona de agua embalsada ganada al mar, en la que la Autoridad Portuaria está llevando a cabo la ampliación del recinto portuario.

Para el aprovechamiento de estos escombros generados tras la demolición (más de 14.300 toneladas), la empresa encargada de la primera fase del proyecto de remodelación del puerto pesquero ha sometido dichos residuos a un proceso básico de limpieza, ya que la mayor parte de dichos restos se encuentran limpios de impurezas.

Estos residuos generados por la demolición de barracones, acerados y bordillos tienen unas características técnicas y propiedades que los hacen aptos para su valorización 'in situ', según ha explicado la APA en una nota. Una vez limpios y clasificados, los residuos de naturaleza pétrea han sido acopiados de forma separada, según su tipología, y posteriormente se han sometido a un proceso de trituración, en la propia obra. 

Para llevar a cabo la operación de reciclaje y valorización de los residuos, la empresa ha dispuesto una planta móvil de machaqueo, en la que se han introducido los restos, se ha separado el acero que contenían aún los materiales pétreos, y se ha generado un material machacado reciclado con una granulometría de 0-100 milímetros. Finalmente, tras su valorización, los restos pétreos han sido transportados hasta la piscina.

[Este contenido procede de Europa Press. Lee el original aquí]