Siguiendo el ejemplo de 36 países, especialmente europeos, la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Fomento al Reciclaje que hace años venía esperando convertirse en realidad, ya que, hasta ahora, Chile tenía el triste récord de ser el país que menos recicla de Latinoamérica (10% de casi 17 millones de toneladas de residuos sólidos al año).

La nueva ley permitirá fijar metas de recolección y valorización a empresas fabricantes e importadoras de nueve productos: aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos; periódicos y revistas; envases y embalajes, medicamentos, neumáticos, pilas y baterías, plaguicidas caducados y vehículos. En otras palabras, las compañías deberán responsabilizarse de sus productos al final de su vida útil, mediante la creación de sistemas de gestión que permitan recuperarlos y luego valorizarlos (reciclarlos o reutilizarlos) de acuerdo a metas fijadas por el gobierno.

En un comunicado, el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, recalcó que "esta ley permitirá que en Chile se cree una industria formal del reciclaje, que permita incrementar nuestros índices en esta materia y lo transformen en una actividad económica relevante".

Además de comprometer al sector privado, la iniciativa incorporartá con mayor formalidad a los municipios y a los recolectores de base en este sistema, a la vez que fomentará una cultura de separación de residuos por parte de la comunidad y ayudará a implementar sistemas de etiquetado y ecodiseño que permitan una mayor recuperación.

Ahora el proyecto pasa a la Comisión de Hacienda de la Cámara, y luego al Senado para su segundo trámite.