Bonig, acompañada por el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, ha destacado que con la puesta en marcha de esta instalación todas las zonas de la provincia de Castellón contarán con, al menos, una instalación para gestionar los residuos.

Esta planta, que ha supuesto una inversión superior a los 39 millones de euros, dará servicio a 49 municipios de las comarcas de Els Ports, L'Alt Maestrat y parte de la Plana Alta, y generará 60 nuevos empleos directos. Así, su capacidad permitirá recibir al año 120.000 toneladas de residuos sólidos urbanos de la zona norte de Castellón, por encima de lo que generaron el pasado año estos mismos municipios, que sumaron 82.000 toneladas.

El complejo estará compuesto por una planta para el tratamiento mecánico-biológico de los residuos urbanos y una planta para el desguace para recuperar materiales valorizables de los residuos voluminosos. Los materiales que se recuperen se enviarán a recicladores o gestores autorizados, mientras que los residuos no recuperables se destinarán al vertedero, también en obras.

La consellera ha explicado que entre 2007 y 2011 se han creado cuatro nuevas plantas de tratamiento y otros tantos vertederos, y se ha construido la planta de transferencia de Benicarló, como solución transitoria para los residuos de la zona norte de Castellón, hasta que la planta de Cervera entre en funcionamiento. Además, actualmente se están construyendo dos instalaciones más en Manises y Llíria.

El presidente de la Diputación ha afirmado que asumirá personalmente la presidencia de los tres consorcios de residuos que afectan a la provincia para tratar de unificar la gestión de los residuos. Así busca reducir los costes del tratamiento y "agilizar" la solución de los problemas que surjan en el servicio que se presta a los ayuntamientos, ha explicado. Moliner ha apostado por políticas de futuro en este campo, con el mayor aprovechamiento de los residuos y el menor coste para ayuntamientos y vecinos.