La población del área metropolitana de Barcelona generó en 2023 un total 1.040.000 toneladas de residuos, el 40% de los cuales (577.278 toneladas) se recogieron de forma selectiva, una cifra que ha crecido un 0,7% respecto al 2022 pero que "aún queda lejos" del objetivo marcado por la Unión Europea (UE).

Según el informe que ha presentado recientemente el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), el índice global de recogida selectiva de la metrópolis de Barcelona se encuentra en el 40%, 15 puntos por debajo del objetivo que la UE marca para 2025, según un comunicado del ente metropolitano.

De los 36 municipios metropolitanos, en 2023 "solo 9" han llegado al objetivo del 55% de recogida selectiva que marca la UE: Bugues, Castellbisbal, Corbera de Llobregat, el Papiol, Ripollet, Sant Just Desvern, Santa Coloma de Cervelló, Torrelles de Llobregat y Tiana, lista a la que se suman los barrios barceloneses de Sarrià y Sant Andreu de Palomar.

El AMB apunta que los resultados positivos en estos municipios se deben al cambio del modelo de recogida, lo que "demuestra que el sistema de contenedores abiertos en la calle ha llegado al límite de sus posibilidades". En este sentido, ha puesto como ejemplo los casos de Santa Coloma de Cervelló, que ha pasado de un índice de recogida selectiva del 41,5% al 71,8% en 3 meses, y Corbera de Llobregat, que ha crecido del 49,2% al 80,4%.

El AMB calcula que si los municipios despliegan sistemas de recogida selectiva "más eficientes" el coste del tratamiento podría disminuir en 20 millones de euros en 2025. Según los datos del AMB, Barcelona ciudad recicló el 40,7% de los residuos, una cifra casi idéntica a la del año anterior (39,5%) y casi 15 puntos por debajo de lo que establece la UE. En relación con el resto de municipios del área metropolitana, la capital catalana ocupa la 18 posición en la lista de los 36 municipios en la recogida selectiva de residuos.

[Este contenido procede de Europa Press. Lee el original aquí]