El ente local estima que el concurso contará con una resolución a final de este mismo mes o inicios del que viene, de tal manera que para noviembre el Ayuntamiento dispondrá de la auditoría medioambiental. Con este informe el gobierno busca contar con un análisis pormenorizado del funcionamiento de las instalaciones que gestiona la empresa Albada. Así, podrá conocer exactamente el volumen y destino final de las basuras que se generan en la ciudad y en los municipios del área metropolitana, además del nivel de reciclaje y reutilización alcanzado con el proceso que se lleva a cabo en el complejo medioambiental. La auditoría explicará también las potencialidades y puntos de mejora de las instalaciones, con el objetivo de conocer la operatividad y perspectivas de actividad de la planta de Nostián.

Antes de su entrada en el poder, el PP coruñés achacaba falta de transparencia en el funcionamiento del complejo y llegó a afirmar que se enterraba directamente el 70 % de la basura recogida en el vertedero de Sobrado, a donde se trasladan los residuos desde el 2008 ante la incapacidad del vaso de rechazos de Nostián, que llegó al límite de su capacidad tras sucesivas ampliaciones.

El contrato con la adjudicataria del servicio de tratamiento, Albada, establecía que debía reciclarse al menos el 65 % de la mercancía que entraba en la planta, y el anterior ejecutivo sostuvo que la totalidad de los residuos pasaban por algún tipo de selección o tratamiento.

El Ayuntamiento coruñés no descarta que se licite la contratación de un informe financiero tras analizar el funcionamiento interno de la planta.