La nueva Ley de Residuos aprobada el pasado 14 de julio y la Directiva Marco de Residuos del año 2008 han vuelto a colocar la gestión sostenible de los residuos de envases en el centro del escenario.

Según Carlos Martínez, presidente del ISR “en relación a la gestión de los residuos de envases de origen doméstico, desde el principio, en España, se optó por el modelo de los sistemas integrados de gestión. Desde entonces este modelo ha venido funcionando con éxito, consiguiendo recuperar el retraso inicial y haciendo posible que España alcanzase los objetivos ambientales fijados por la UE para 2001 y 2008. Este hecho se ha combinado con otros como es la gestión de los residuos de envases de origen comercial e industrial, que no eran objeto de la Ley anterior. Estos residuos son más del 50% del total de los residuos de envases generados (más de 4 millones de toneladas) frente a casi 8 millones del total. La falta de un control exhaustivo de los mismos hace que muchas veces se confunda la realidad de cada fracción. Por ello uno de los elementos indispensables de futuro es una buena gestión concertada de los datos estadísticos”.

Sin embargo, periódicamente ha ido reapareciendo, promovida por unos o por otros, la idea de resucitar la implementación de un SDDR, esta vez en el ámbito de los envases de bebidas. En principio, este sistema se postulaba históricamente como un elemento básico en favor de la reutilización. Sin embargo, al no compadecerse bien los resultados existentes con esta tesis, últimamente se abona la idea de que el objetivo de este sistema es mejorar asintóticamente los niveles de reciclaje. Todo ello referido a poco más de 300.000 toneladas frente a los 8 millones de toneladas de residuos de envases generados anualmente en nuestro país.

Frente a esta propuesta se encuentra la realidad consolidada de los SIG. La cuestión ahora es cuál es el espacio de mejora que disponen y cuál es la evolución deseable.

La Cumbre sobre la Gestión Eficiente de los Residuos de Envases, ha convocado a todos los actores interesados en la gestión sostenible de los envases usados y residuos de envases con el objetivo de dar una respuesta rigurosa desde una perspectiva ambiental, económica, social y cultural.

En la Cumbre han participado Ecoembes, Ecovidrio, SIGRE, organizaciones de consumidores, empresas envasadoras y asociaciones de distribución y pequeño comercio, y en especial se han debatido y analizado acerca de: el punto de partida real concerniente al reciclado de los residuos de envases en España, el margen de mejora en el modelo actual para la optimización de resultados, los límites para el futuro en relación con la prevención, la reutilización y el reciclado de los residuos de envases, el resultado de un análisis coste-beneficio, el resultado de un análisis desde un concepto de ciclo de vida, el balance en relación con las emisiones de CO2, proporcionalidad entre los efectos pretendidos y el coste ocasionado, el impacto de las soluciones de futuro en la economía en general y en el pequeño comercio en particular, la compatibilidad de un marco de crisis económica aguda con otro de excelencia ambiental, los costes de inversión y de operación y los objetivos ambientales de un eventual SDDR y la compatibilidad de un eventual SDDR con los actuales sistemas de gestión.

En su intervención la Secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Teresa Ribera resaltó los objetivos ambientales de cara a 2020 en relación con la prevención, la reutilización y el reciclado de los residuos. Añadió que “por su cantidad y calidad el flujo de los envases es uno de los esenciales para el logro de dichos objetivos”. Se felicitó por la oportunidad de realizar en estos momentos un encuentro de reflexión y discusión sobre los espacios de mejora y el futuro que presentan los envases y sus residuos y esperaba que los resultados de la Cumbre sean el primer hito de una discusión más amplia de cara a la implementación de la nueva Ley marco.