“Retos clave, como la recolección insuficiente, la importación no regulada de materiales plásticos y la falta de medidas de cumplimiento, siguen obstaculizando la expansión de la industria del reciclaje”, comentó Herbert Snell, presidente del Grupo de Trabajo PRE HDPE. “La industria del reciclaje de plásticos exige medidas urgentes para aliviar la presión que la situación actual del mercado ejerce sobre los recicladores y garantizar el cumplimiento de los objetivos legislativos europeos”.

Según el informe, la capacidad instalada de reciclaje de HDPE en la UE-27+3 alcanzó 1,7 millones de toneladas y la de PP, 1,8 millones de toneladas en 2023, con unas 300 instalaciones de reciclaje. Estas cifras indican un estancamiento con respecto a 2022, debido a la menor demanda en un contexto de sobreoferta mundial de poliolefinas, así como a la alta inflación, los altos costes energéticos y la competencia de las importaciones de polímeros vírgenes y reciclados, de menor coste.

Si bien casi todos los países de la UE-27+3 han implementado la recogida selectiva de residuos de poliolefinas rígidas, no se observó una mejora notable en las tasas de recogida entre 2018 y 2023. Además, solo el 42 % de los residuos recogidos se sometió a procesos de clasificación que los hicieron aptos para el reciclaje. La discrepancia entre los volúmenes de recogida y los insumos para el reciclaje puede atribuirse a varios factores, como las incompatibilidades con los principios de diseño para el reciclaje, las exportaciones y las limitaciones de la clasificación.

De cara al futuro, el Reglamento sobre envases y residuos de envases (PPWR) establece ambiciosos objetivos de contenido reciclado que requerirían 2 millones de toneladas adicionales de capacidad de reciclaje de HDPE y PP para 2030 y 5,7 millones de toneladas más para 2040. Sin embargo, las condiciones actuales del mercado (y las estimaciones de capacidad de reciclaje para 2024) plantean importantes preocupaciones sobre si estos objetivos se podrán cumplir sin una intervención política decisiva.

Para revertir la tendencia a la baja y fomentar un mayor crecimiento del reciclaje en la UE, PRE hace hincapié en la igualdad de condiciones mediante una supervisión rigurosa de los materiales importados, la adopción de estrictas directrices de diseño para el reciclaje, un aumento sustancial de las tasas de recogida y la implantación de tecnologías avanzadas de clasificación. Estas medidas se consideran cruciales para impulsar la inversión, asegurar el progreso y garantizar que Europa mantenga su base industrial de reciclaje, a la vez que mantiene sus objetivos de economía circular al alcance.