Rebajar el coste de la tasa de residuos con una nueva aportación turística. Este es el planteamiento que ha puesto el Gobierno sobre la mesa, y sobre el que el PSOE ha alcanzado un acuerdo con ERC, Bildu y BNG.

La iniciativa, materializada en forma de enmienda transaccional a la ley del impuesto mínimo del 15% a las empresas multinacionales, contempla que los ayuntamientos puedan reducir el importe del tributo de reciclaje gravando las estancias turísticas.

Si la medida sale adelante, todos los consistorios españoles podrán aminorar dicha cuantía con la implantación de un impuesto turístico, concretamente con la parte que corresponda al impacto de los visitantes en la generación y recogida de residuos.

La normativa estatal obliga a los ayuntamientos a tener aprobado, en abril de 2025, un tributo que cubra el coste íntegro del servicio de recogida, reciclaje, tratamiento y eliminación de los residuos domésticos urbanos.

Los consistorios barceloneses contemplan esta tasa en sus ordenanzas fiscales para el próximo año. En el caso de la capital catalana, que ya cuenta con un impuesto turístico que grava la estancia de los visitantes, la medida propuesta desde el Gobierno podría materializarse mediante un nuevo recargo en la tasa.

Los municipios metropolitanos que no cuenten con impuesto turístico podrán ponerlo en marcha para rebajar la cuantía del tributo de residuos.

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