Para realizar estas tareas de gestión se han utilizado los almacenes que la compañía ha habilitado en Barcelona, concretamente en las subestaciones de Llobregat y Sant Andreu. Así, desde esas instalaciones, los residuos se derivan a los diferentes gestores especializados para su aprovechamiento o, en el caso de que no sea posible reutilizarlos, para eliminarlos de manera controlada.

Así, a lo largo del año pasado, entre otros desechos, se retiraron y gestionaron 265 toneladas de residuos especiales, 9.589 toneladas de escombros, 44 toneladas de cables y 130 toneladas de papel y cartón.

Este proceso es el resultado del incio del funcionamiento del Sistema de Gestión Ambiental (Sigma). De este modo, la empresa lleva a cabo parte de sus acciones que abarca su política ambiental y su apuesta por el trabajo sostenible.

Via Economía digital
Foto de sampsyo (cc)
Barcelona