Las empresas gestoras de residuos urbanos recogieron 23 millones de toneladas de residuos en 2022, lo que supone que cada español generó ese año 482 kilos de basura. Un 54,7% de esa basura se recicla y un 34,6% va al vertedero, mientras que Baleares es la región donde más residuos urbanos se recogen per cápita y La Rioja, donde menos. Así se desprende de datos sobre recogida y tratamiento de residuos difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con 2022 como último año con información disponible.

En España se recogieron 482 kilogramos de residuos por persona en 2022, esto es, un 0,2% menos respecto al año anterior. De ese total, 374 kilos por persona corresponden a residuos mezclados y 108, a recogida separada (de estos, 31,3 kilos a papel y cartón; 30,7 a residuos de animales y vegetales, y 19,6 a vidrio).

Baleares encabeza el ranking autonómico por decimotercer año consecutivo en cuanto a la recogida per cápita de residuos urbanos (662,1 kilos por habitante), por delante de Canarias (573,4), Andalucía (560,2), Comunidad Valenciana (524,4), Murcia (521,5), Asturias (518,2) y Cantabria (509,9), que son las que superan la media nacional. Por el contrario, las regiones con menor recogida de residuos por habitante son La Rioja (403,7), Comunidad de Madrid (406,5), País Vasco (414,8) y Galicia (416,9).

Del total de residuos tratados, un 54,7% se reciclaron; un 34,6% acabaron en el vertedero; un 7,3% se reutilizaron en operaciones de relleno, y un 3,4% se incineraron. La cantidad de residuos reciclados aumentó 17,6 porcentuales entre 2016 y 2022. En 2022 se reciclaron 48,9 millones de toneladas de residuos, un 0,8% menos que en 2021.

Por otro lado, las empresas gestoras de residuos urbanos en España recogieron 23 millones de toneladas en 2022, esto es, un 0,8% más que el año anterior. De ese total, 17,8 millones correspondieron a residuos mezclados y 5,2 millones a residuos de recogida separada.

Los principales residuos que se recogieron de forma separada correspondieron a papel y cartón (28,9% del total), animales y vegetales (28,4%), vidrio (18,1%) y envases y embalajes mixtos (17,9%).

Andalucía fue la comunidad autónoma que más residuos urbanos recogió en términos totales en 2022, con casi 4,8 millones de toneladas, seguida de Cataluña (3,5 millones) y Comunidad de Madrid (casi 2,8 millones). Cataluña lidera la mayor cantidad de papel y cartón recogida (394.100 toneladas), envases mixtos (201.100) y vidrio (199.800).

Por otro lado, la economía española generó 110,1 millones de residuos en 2022, un 5,4% menos que el año anterior. De ese total, 3,5 millones corresponden a residuos peligrosos (un 6,9% menos) y 106,6 millones a residuos no peligrosos (un 5,3% menos). Las categorías más relevantes son residuos minerales (43,4 millones de toneladas), residuos mezclados (38,1 millones) y residuos de animales y vegetales (9,3 millones).

En 2022, el 96,8% de los residuos generados fueron residuos no peligrosos y un 3,2%, residuos peligrosos (de estos, un 44,2% corresponden a residuos químicos; un 32,7% a equipos desechados, y un 18,9% a residuos minerales).

El 78,5% de los residuos generados procedieron de sectores de actividad y un 21,5% de los hogares. La actividad con mayor crecimiento fue servicios (un 7,1% más), en tanto que los de industria resultaron ser los que más disminuyeron (-14,4%). Y los hogares generaron un 0,4% más.

Por tipo de residuos, los de mayor peso en los hogares son los mezclados (79,4% del total) y en los sectores de actividad destacan los minerales (49,7%). Las actividades económicas que generaron mayor cantidad de residuos en 2022 fueron la construcción (32,9%) del total y el suministro de agua, saneamiento, gestión de residuos y descontaminación (21,4%).

De los 110,1 millones de toneladas de residuos generados, las empresas de tratamiento final gestionaron 89,5 millones de toneladas, lo que supuso un 9,6% menos que en 2021 (87 millones de toneladas de residuos no peligrosos, un 9,9% menos, y 2,5 millones de residuos peligrosos, un 2,1% más).

[Este contenido procede de La Vanguardia. Lee el original aquí]