El programa de visitas se consolida como una de las iniciativas de mayor calado entre los diferentes ámbitos de población, atrayendo a colectivos con diversos intereses y perfiles. Desde escolares a universitarios, pasando por expertos, estudiosos y profesionales del sector, representantes municipales y del área política, asociaciones vecinales y de consumidores, delegaciones extranjeras, entidades vinculadas al medio ambiente y un largo etcétera de grupos que, con independencia de sus características, quieren conocer con detalle el cometido de Sogama, profundizando en la problemática representada por la basura y las soluciones aportadas por esta Sociedade pública desde un riguroso cumplimiento de la normativa vigente en la materia: aplicación prioritaria del principio comunitario de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) y recuperación energética de la parte no reciclable.

Esta también es la filosofía de los países europeos más desarrollados, que, aunque ser los que más incineran, también son los que más reciclan, demostrando que son dos sistemas complementarios que deben formar parte de cualquier sistema integral de gestión de residuos, junto a la reducción de producción de residuos y a la reutilización. En todos ellos los porcentajes de valorización energética y de reciclado se sitúan por encima del 30%, posibilitando que se deposite en vertederos menos del 5% de los desechos.

Por otra parte, España, con unos índices de valorización energética del 9% y unas tasas de reciclaje del 15%, traslada al vertedero un 52% de los residuos, una cifra desorbitada y no deseada.

En relación a Sogama, muchos colectivos tienen ya una visita obligatoria anual a la planta. Es el caso de determinados centros educativos, tanto de primaria como de secundaria y universitarios, que encuentran aquí una gran oportunidad de observar el coste material, humano y económico del tratamiento de basuras. Así lo indican las encuestas de evaluación cubiertas por los visitantes. Su opinión sobre Sogama se modifica en buena medida tras el recorrido por las instalaciones, donde comprueban la aplicación de la normativa y el control ambiental. Las personas que guían las visitas son técnicos y educadores ambientales, que también facilitan a los profesores material didáctico antes de la visita.