Ahora la última ficha está a punto de caer y sus consecuencias afectarán sobre todo a los bolsillos de los guipuzcoanos. Para hacer frente a esa subida, los ayuntamientos del territorio han tenido que aprobar incrementos en la tasa de basura que en algunos casos alcanza el 15%.

Las fórmulas elegidas por los ayuntamientos para hacer frente a esta medida son variadas y aunque aseguran que las han querido evitar a toda costa, de momento no lo han conseguido. Ahora ya no hay marcha atrás. A comienzos de año más de una mancomunidad reconoció que "los ayuntamientos se verán obligados a repercutir en las tasas de basura que abonan los ciudadanos el encarecimiento de la gestión de los residuos". Lo cierto es que la subida no será idéntica en todos los casos, porque se aplicará en función de las ordenanzas fiscales de cada municipio. Oscilan entre un 8% y un 15%. Desde las mancomunidades aseguraron que el incremento se notaría en el segundo semestre de 2016, tras la modificación de las ordenanzas.

Cada ayuntamiento aportará a su mancomunidad su parte porcentual en función de la basura generada y lo hará sacando dinero de donde lo considere oportuno, aunque el dinero es "para hacer frente a los costes". Algunos grandes consistorios del territorio podrán amortiguar el golpe subiendo las tasas, pero no tanto como exige proporcionalmente el cambio de tarifas de GHK. En otros ayuntamientos han optado por no subirlas este año, pero van a estudiar posibles incrementos en 2017.