Al parecer, en un caso los hechos comenzaron en noviembre, cuando se detectaron residuos sólidos procedentes de demolición en un paraje del Partido Judicial de Miranda de Ebro, por lo que fueron iniciados varios expedientes sancionadores.

En la actualidad, un seguimiento al lugar ha permitido saber que la acumulación de escombros continua, por lo que el responsable de la empresa ha sido imputado como autor de un delito contra los recursos naturales y el Medio Ambiente.

En el otro caso, también en la demarcación del Partido Judicial de Miranda de Ebro, se descubrió un transporte por carretera de gran tonelaje de residuos de escombros, entre los que se encontraban algunos de los denominados no peligrosos, pero también otros procedentes de asfalto catalogados como peligrosos.

Las gestiones realizadas tras el hallazgo en junio, han descubierto que el titular de la empresa carecía de la debida y obligatoria autorización como gestor y/o transportista de residuos, tanto peligrosos como no peligrosos, que concede la Junta de Castilla y León.