A fin de contribuir a la dotación de los medios que requiere el programa de compostaje doméstico puesto en marcha por el concello coruñés de Carballo, éste ha solicitado a Sogama la cesión de 25 compostadores para atender las demandas de otras tantas familias que quieren sumarse a dicha experiencia con el objetivo de fabricar compost y utilizarlo como acondicionador natural de suelos en sus huertos y jardines, sustituyendo a los fertilizantes artificiales. 

Con esta iniciativa, el gobierno local de Carballo pretende avanzar en la gestión sostenible de los residuos urbanos y posibilitar que los vecinos que dispongan de viviendas unifamiliares y un trozo de tierra para cultivar, puedan producir su propio abono a partir de la materia orgánica generada. En todo caso, se trata de recuperar una práctica que forma parte de la tradición gallega, como es separar los restos orgánicos para alimento del ganado y/o fabricación de compost, y darle una salida ecológica, obteniendo al mismo tiempo interesantes beneficios ambientales y económicos. 

Desde la dimensión ambiental porque, dado que los desperdicios orgánicos suponen en torno al 40 por ciento del total de la basura producida en los hogares, si se cierra en origen el circuito de reciclaje de los mismos, disminuye notablemente su depósito en los contenedores verdes convencionales, permitiendo a los servicios municipales reducir la frecuencia de recogida y transporte y, en consecuencia, las emisiones de CO₂.

Desde la económica porque, al introducir menos desechos en los recipientes genéricos, se entrega menos cantidad a Sogama, minorando en igual proporción el importe de la factura a pagar a esta empresa pública.

Además, si los ciudadanos cooperan activamente en el sistema de recogida selectiva, contribuirán igualmente a reducir el porcentaje de basura en masa (bolsa negra), con la particularidad de que cuando mejor hagan la clasificación en las casas, más ingresos recibirán las arcas locales por parte de los sistemas integrados de gestión, que serán mayores cuando mejor sea la cantidad y calidad del material a remitir a los centros reciclares. 

 Desde que inició su programa de compostaje doméstico, Sogama ya ha repartido cerca de 4.000 compostadores entre más de 140 entidades (ayuntamientos, centros escolares y colectivos sociales) de distintos puntos de Galicia. Pero su actividad no se limita a la dotación de medios materiales, llevando a cabo igualmente jornadas de formación orientadas a los representantes municipales, que ejercen las funciones de maestros compostadores, encargándose, a su vez, de impartir cursos y charlas orientadas a los vecinos interesados en participar en la iniciativa. Para éstos también se editan manuales de autocompostaje donde se indica los residuos a depositar y no depositar en los compostadores, dónde ubicar los recipientes y en qué condiciones, cómo hacer un seguimiento del proceso, cómo controlar parámetros tales como la humedad y la temperatura, cuáles son los inconvenientes con los que las familias pueden encontrarse habitualmente y cómo subsanarlos, y cuáles suelen ser las preguntas más frecuentes. 

Además, para garantizar que el abono resultante cumple con los requisitos de calidad, la Universidad de Santiago de Compostela ha venido realizando análisis de un buen número de muestras de compost, acreditando que éste cumple con todos los requisitos de calidad impuestos por la normativa vigente, pudiendo ser aplicado en la agricultura con absolutas garantías y sin restricciones.