Esta medida se refleja en el Plan de Prevención de Gestión de Residuos Peligrosos de Andalucía con horizonte a 2020 que se pretende llevar al Consejo de Gobierno para su aprobación antes de que termine el mes de enero.

Este informe supone la actualización de un primer plan regional, válido entre 2002 y 2010, en el que, en el caso concreto de Nerva, restringía la entrada anual de residuos peligrosos 27.268 toneladas.

Para poner en práctica esta reducción, la Junta de Andalucía se ha guiado por el 50 por ciento de la media de los residuos que estas instalaciones han recibido entre 2002 y 2004, tanto los procedentes de la propia comunidad autónoma como los de fuera, tanto de España como de otros países tales como Portugal o Italia.

Las instalaciones de este centro se extienden por una superficie de alrededor de 140 hectáreas, de las que 60 están actualmente en explotación.

Como se indicó en gestoresderesiduos.org, este centro fue el pasado verano de 2011 cerrado cautelarmente por parte de la Consejería de Medio Ambiente tras una serie de incidentes registrados en los dos meses anteriores y es objeto permanente de las denuncias de grupos ecologistas que mantienen que hasta este centro llegan y se gestionan residuos de manera "ilegal", algo que viene siendo negado reiteradamente desde la compañía que asegura se ajusta a la normativa vigente.