El plan venía funcionando desde su instauración en 2001, se promocionaba como modelo para el resto de Europa y disponía de unas 40 embarcaciones que patrullaban a diario para recoger residuos acumulados en el litoral. La ACA, que está elaborando un plan de ajuste para afrontar una deuda de casi 2.000 millones de euros, ha empezado los recortes por suprimir este servicio.

Ante las quejas de los ayuntamientos costeros, que no disponen de fondos para costear este servicio, Leonard Carcolé, director de la ACA, afirmó que cada vez se recogían menos residuos y, en su mayoría, fuera de las zonas de baño. No obstante, dejó abierta la posibilidad de retomar parte del servicio si se corrobora una acumulación de residuos flotantes estancados frente a las playas.

"Hubiéramos suprimido el plan de limpieza de todas formas", aseguró tras detallar que los residuos sólidos ante el litoral han disminuido cerca del 75% entre 2003 y 2010, pasando de recoger 1.100 metros cúbicos de residuos en toda la campaña veraniega a 230, lo que equivale a un contenedor de desechos urbanos por playa.

El director ha manifestado también que las embarcaciones no eran rentables y cifró de forma gráfica en 15 euros el coste que tenía recoger una botella de plástico en el mar. El año pasado, la Agencia contrató el servicio de 28 barcas que se adentraban hasta 500 metros en el mar y otras 11 que faenaban en el litoral hasta una milla de distancia, encargadas además de recoger residuos de la observación de medusas, aglomeraciones de plácton y puntuales episodios de contaminación.

Carcolé explicó que la eliminación de esta actividad y la disminución de residuos en las costas se debe a las actuaciones en origen, que minimizan el impacto final: mantener lechos de torrentes y rieras en buen estado, clausura de vertederos municipales y sistemas de contención de aguas pluviales, principalmente.