Así, la administración gallega viene de adjudicar por 844.000 euros las obras de construcción, que cuentan con financiación autonómica y europea, lo que facilitará el inicio del proyecto antes del verano y su fin en cinco meses, si se cumple lo estimado.

La infraestructura funcionará como depósito de residuos de carácter industrial no peligroso que, por sus características y volumen, no pueden depositarse fuera del ámbito de las propias empresas que los producen. Estos centros verdes son instalaciones que gestionan residuos industriales en los que se realiza un tratamiento conjunto, que incluye desde la recepción de los residuos y agrupamiento en lotes homogéneos y almacenamiento, hasta alcanzar un volumen suficiente para ser transportados por los gestores finales, optimizando así también los costos de transporte.

Los trabajos requieren un importante movimiento de tierras y la instalación de una plataforma de descarga de residuos, además del establecimiento de colectores y caseta de recepción para clasificar la entrada. También los residentes en San Cibrao se verán beneficiados de esta acción, prevista dentro del programa de regeneración de espacios degradados del Plan Xeral de Residuos Sólidos Urbanos de Galicia.

El centro verde recibirá diversos tipos de residuos de las empresas del polígono industrial y posteriormente los entregará a los distintos gestores autorizados. Así, tras la admisión y registro de los residuos industriales no peligrosos y de los residuos especiales no peligrosos, se hará una clasificación de los mismos. Este sistema permitirá optimizar los costos de recogida, y redundará en beneficio para las propias empresas que generan los residuos. Esta es la razón por la que se necesitan varios contenedores como son los fluorescentes para baterías y pilas, para tóner, para aceites y disolventes o para aerosoles.

Galicia se sitúa a la vanguardia en lo referente al tratamiento de residuos, ya que cuenta con un sistema de gestión integral, consolidado y sostenible dentro del territorio nacional y comunitario que, tal y como se plantea en la actualidad, asegura el cierre de ciclo iniciado con la recogida fraccionada.

Además la progresiva incorporación de los concellos gallegos a este sistema de tratamiento, permitirá acometer luego labores de restauración ambiental de los espacios ocupados por los antiguos vertederos. En el caso de San Cibrao se trata de los residuos generados por unas 320 empresas instaladas en el polígono, que mueven unos 8.000 trabajadores y un tránsito de más de 20.000 vehículos diarios.

La Consellería de Medio Ambiente recuerda que entre sus obligaciones y competencias está la de autorizar, vigilar, inspeccionar e incluso sancionar aquellas actividades de producción y gestión de residuos, en el marco de los planes autonómicos de residuos. Asimismo, se ha establecido una colaboración técnica y financiera con las entidades locales, para la ejecución de obras en materia de gestión de residuos, incluida la recuperación de espacios degradados por los vertidos.

Uno de los casos más dramáticos que se produjeron en la provincia sucedió en febrero de este año, con la aparición de miles de toneladas de residuos químicos enterrados en un terreno del Concello de San Cibrao da Viñas, que contaminaron más de 98.000 toneladas de tierra, y que estaban siendo camuflados de forma ilegal en el subsuelo desde hace años por una empresa de pinturas ubicada en el polígono industrial Barreiros de Ourense.