Los residuos tecnológicos y sus derivados son un grave problema en México, país que no cuenta con una fuerte cultura de reciclaje. Estos desechos se acumulan sin sacar provecho de algo que en determinado momento pudo tener un costo elevado.

Un caso muy común es el de los cartuchos de impresión. Su tiempo de vida es muy corto en comparación al tiempo que tardaría en degradarse. Sin un programa de reciclaje adecuado éstos sólo se acumulan en la basura haciendo a la industria muy poco sostenible. Existen, sin embargo, empresas que deciden hacer algo más inteligente y socialmente responsable para evitar que el desecho de sus productos contribuya a la contaminación ambiental como Lexmark.

A través del Programa de Recolección de Cartuchos Lexmark, la empresa recolecta millones de cartuchos de tóner vacíos en Ciudad Juárez para reciclarlos o reutilizarlos. Esta es una medida muy atinada ya que aparte de propiciar la sustentabilidad del negocio, evita que sus cartuchos sean reutilizados por empresas que se dedican a rellenarlos.

El programa de recolección de Lexmark fue certificado con el estándar R2, una acreditación que demuestra el uso de prácticas responsables con el medio ambiente a través del reciclaje de productos electrónicos. El Reciclaje Responsable o estándar R2 entró en función en 2008 formado por varias empresa e instituciones de esta rama, entre ellas la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

Lo importante de este programa tan necesario en México es que es una iniciativa de la empresa y sirve de ejemplo para otras tantas en el negocio de la impresión. Otros giros comerciales también podrían incursionar en modelos de negocio más sustentables y de paso podrían ahorrar algunos costos.