El director del Centro Regional de Medioambiente y Desarrollo Sostenible, Jalidi Mohamed, dijo al Hespress.com que su ONG deploró en un reciente comunicado que al menos 2.500 toneladas de desechos de plásticos y restos de neumáticos llegaron recientemente al puerto de Jorf al Asfar para ser incinerados en fábricas de cemento de la zona.

Según la ONG esta práctica tiene "un negativo impacto sobre los habitantes así como la fauna y la flora de la zona, y supuso la aparición de enfermedades peligrosas y crónicas".

Jalidi añadió que un colectivo de asociaciones logró anteriormente parar el traslado de un cargamento de neumáticos procedente de un país europeo, que no citó, y que iba a ser incinerados en una fábrica de cemento en la zona.

La misma fuente añadió que se organizará una manifestación antes del fin de semana para reivindicar que se ponga fin a estas prácticas que según él convierten Marruecos "en el cementerio de los residuos tóxicos de Europa".

Marruecos organizará el próximo noviembre la cumbre climática COP22, para la que prepara una modificación de sus normas nacionales y una campaña para poner fin a las bolsas de plástico además de promover las energías renovables para reducir su dependencia a las fósiles.