El proyecto VINEBOX, finalista del Premio PTV de Innovación 2025, aborda uno de los principales desafíos de la viticultura: la gestión de los restos de poda de vid. La iniciativa, desarrollada por Ence, Bodega Matarromera y Pago de Carraovejas, propone una alternativa industrialmente viable frente a métodos tradicionales como la quema o el abandono en campo, convirtiendo residuos agrícolas en materia prima de alto valor para la producción de papel y cartón.

El proceso consiste en la valorización integral y en cascada de los sarmientos, transformando los residuos en pulpa de celulosa renovable que se emplea en cajas de embalaje y etiquetas de vino. Los ensayos realizados han demostrado que la pulpa obtenida mantiene las propiedades mecánicas y de dureza necesarias para aplicaciones industriales, asegurando que los materiales derivados de residuos sean funcionales y resistentes.

Esta estrategia contribuye a una gestión de residuos más sostenible, evitando la liberación de biomasa al entorno y reduciendo impactos ambientales asociados a la quema de restos de poda. Además, al convertir un residuo agrícola en un insumo productivo, se incrementa la circularidad de los recursos, fomentando la reutilización dentro del mismo sector productivo.

Los responsables del proyecto subrayan que “lo que hoy es residuo de poda puede transformarse en materia prima renovable y verificable para packaging, sin comprometer la viabilidad técnica ni la aplicación real en bodega”, destacando el valor ambiental y económico de la iniciativa.

El proyecto se desarrolló entre junio de 2022 y noviembre de 2024 (ID IDI-20221020) y contó con cofinanciación FEDER 2021–2027 y apoyo del CDTI Innovación, demostrando cómo la gestión efectiva de residuos agrícolas puede generar soluciones industriales sostenibles, reducir la presión sobre recursos vírgenes y avanzar hacia una economía circular en el sector vitivinícola.