La policía informó de que los hechos tuvieron lugar el día 8 de junio y la recuperación se produjo en poco más de cinco horas en Aizoáin para ser devueltos a la empresa propietaria.

El robo fue denunciado en dependencias policiales después de que un trabajador de la empresa vio como dos personas manipulaban uno de los contenedores donde se depositan bidones con restos de material tóxico para el medio ambiente, situado en las instalaciones de la empresa.

En total, sacaron del contenedor una treintena de bidones de colores azul, gris y negro, la mayoría de ellos aplastados, en cuyo interior podían quedar restos de esos productos tóxicos.

Poco después, la policía descubrió que en un centro de recuperación de chatarra de Aizoáin se habían vendido los 33 bidones, con un peso de 400 kilos, 28 de los cuales ya los tenía un mayorista, que los devolvió al conocer los hechos.

La furgoneta blanca que se utilizó para la sustracción se encontró en un garaje del barrio de Buztintxuri y los autores de los hechos serán puestos a disposición judicial.