La Sociedade Galega do Medio Ambiente autoriza la venta del aluminio contenido en la basura en masa procesada en su planta de elaboración de combustible, donde se recepcionan los desechos procedentes de la recogida municipal de los contenedores verdes genéricos.

Estos contenedores se destinan a recoger la fracción resto pero debido a errores en la segregación en origen de la ciudadanía, sigue llegando en el residuo convencional una importante cantidad de materiales susceptibles de ser reciclados, como es el caso del aluminio, conformado mayoritariamente por latas, que la empresa clasifica de forma automática, estimando una selección de entre 20 y 30 toneladas mensuales.

Sogama, conforme a la Ley de Envases y Residuos de Envases,  debe justificar la trazabilidad del material recuperado, quedando obligado el adjudicatario a enviarle, en un plazo no superior a seis meses desde la fecha de retirada, un certificado mensual de recepción correspondiente a cada una de las entidades implicadas en el circuito del reciclado, acreditando de esta forma que su destino final ha sido la fundición.

Los ofertantes tendrán la oportunidad de visitar previamente las instalaciones cercedenses para comprobar de primera mano las condiciones y características del aluminio objeto de venta. El contrato, tendrá una duración de medio año, estipula una serie de penalizaciones en caso de incumplimientos, que ascenderán al 5 % cuando se trate de retrasos en la retirada del material respecto a la fecha de solicitud realizada por la empresa, y al 10% en el supuesto de que el certificado de trazabilidad del material remitido a la industria transformadora no se presente en el plazo estipulado.

A nivel económico, la recuperación del aluminio contenido en el residuo genérico ha reportado a la empresa unos ingresos cercanos a los 600.000 euros en cuatro años.

La fecha límite para la presentación de ofertas concluye a las 13:00 horas del próximo día 22 de noviembre de 2013.

El reciclaje del aluminio aminora la contaminación del aire en un 95%, además de evitar el consumo de materias primas y energía. Por ejemplo, el reciclado de una tonelada de aluminio (63.000 latas) evita la utilización de 4,5 toneladas de bauxita, 1,3 de lignito y energía eléctrica equivalente a unos 36 barriles de petróleo.

De hecho, la energía que se ahorra reciclando una sola lata de aluminio puede hacer funcionar un televisor durante tres horas.