La Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama), en cuyo capital participan la Xunta al 51% y Gas Natural Fenosa al 49, cobrará a sus clientes a partir de enero, IVA al margen, 74,64 euros por tonelada de residuo urbano, 18,95 más que en la actualidad. Se encarecerá un 34% el canon de tratamiento. La decisión afectará a 296 concellos y a los ciudadanos con un gasto extra medio por hogar de entre 8,2 y 12,2 euros al año.

Sogama, que el ejercicio próximo invertirá en su funcionamiento 108,2 millones, según el proyecto de presupuestos de la Administración autonómica, cuenta con dos fuentes de ingresos, fundamentalmente: lo que los ayuntamientos le dan por la basura que envían a la planta de Cerceda (A Coruña) y lo que ingresa por vender la energía que produce durante la «valorización» de todos esos desechos. Pero por la valorización se obtiene mucho menos dinero que antes, pues a la electricidad producida se le aplica ahora un gravamen del 7 % y las primas a la generación de renovables han desaparecido.

De acuerdo con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), habrá algunos gobiernos locales que decidan no trasladar al recibo doméstico ese incremento de precios y otros, la mayoría, que sí lo hagan, ya sea parcial o totalmente.