Toneladas de algas invasoras en un vertedero ilegal amenazan un paraje natural en Tarifa

Más de 40.000 toneladas de algas asiáticas invasoras retiradas de las playas se acumulan en un vertedero sin autorización en Tarifa, una situación irregular que reconoce el propio Ayuntamiento, desbordado por la falta de medios para afrontar lo que califica como "catástrofe medioambiental", y que los ecologistas han denunciado ante la Junta de Andalucía porque puede estar afectando a un paraje natural de la Red Natura 2000.
Tarifa se ha convertido así en la zona cero de una crisis medioambiental que desde hace años afecta a diferentes puntos del Mediterráneo: la invasión de la alga Rugulopteryx Okamurae, de origen asiático, que tiene una capacidad competitiva y de colonización extraordinaria, con un crecimiento de biomasa desmesurado, sin precedentes ni comparación con otras invasiones acaecidas en el litoral español por otras macroalgas, tal como refiere la Estrategia de Control específico para esa especie que aprobó en julio de 2022 el Ministerio para la Transición Ecológica.
La colonización de esta alga ya ha afectado a espacios de gran valor ecológico, entre ellos la Zona de Especial Conservación Parque Natural del Estrecho, donde se han detectado impactos sobre los bosques de laminariales y bosquetes de gongolaria, algas autóctonas, algunas de cuyas especies están especialmente protegidas. Además, ha tenido importantes efectos en el sector pesquero, las actividades recreativas de buceo y la limpieza de las playas de una zona con un gran atractivo natural y turístico.
Pero los daños no se han quedado en el mar. También han llegado a tierra firme. Desde 2019, en el municipio de Tarifa se depositan en un terreno junto a la Estación Depuradora de Aguas Residuales las algas recogidas en las playas, fundamentalmente durante el verano, cuando miles de turistas llegan para disfrutar de sus magníficos arenales. Pero la acumulación es cada vez más grande, porque las algas alcanzan las playas de este municipio gaditano cada vez en mayor cantidad, tanto que en 2024 se recogieron 11.380 toneladas, cuatro veces más que en 2023.
En ese vertedero improvisado se acumulan ya más de 40.000 toneladas de algas asiáticas, según ha asegurado a Público el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tarifa, Jorge Benítez. La montaña de algas, que ha alcanzado ya la altura de un edificio de dos pisos, se encuentra además no muy lejos de la playa de Los Lances, declarada paraje natural dentro de los Espacios Naturales Protegidos de Andalucía. La montaña crece cada año sin que, hasta el momento, nadie haya hecho nada para encontrarle un remedio, pese a que el propio Ayuntamiento ha reconocido que se trata de un depósito sin autorización que puede incumplir el Código Penal y lo dispuesto en la Estrategia del Ministerio de Transición Ecológica para controlar esta alga.
Concretamente, el artículo 326 del Código Penal establece que será castigado con penas de prisión de seis meses a dos años, multa de diez a catorce meses e inhabilitación especial para profesión u oficio por tiempo de uno a dos años quien, contraviniendo las leyes u otras disposiciones de carácter general, no controle o vigile adecuadamente los residuos, de modo que causen o puedan causar daños sustanciales a la calidad del aire, del suelo o de las aguas, o a animales o plantas, muerte o lesiones graves a personas, o puedan perjudicar gravemente el equilibrio de los sistemas naturales.
Benítez ha manifestado a este periódico que el Ayuntamiento tarifeño no puede hacer frente a los cuatro millones de euros que le costaría trasladar las 40.000 toneladas de algas a la planta de residuos sólidos urbanos de la mancomunidad, como han hecho otros municipios pero en unas cantidades muy inferiores. "Eso no puede ser la solución, porque arruinaría al Ayuntamiento de Tarifa. Y eso sin contar que las algas siguen llegando y que con la arena que está mezclada con las algas aumentaría aún más el costo del traslado", subraya el teniente de alcalde.
El equipo de gobierno tarifeño admite que las algas retiradas de la playa "tienen que ser tratadas adecuadamente" y que no pueden ser depositadas como hasta ahora en un terreno que incumple la normativa de residuos, pero considera que por sí solo el Ayuntamiento carece de medios para afrontar una "catástrofe ambiental" de tal calibre. "Nos han puesto en una encrucijada, porque aunque queramos cumplir con la ley, no podemos por falta de presupuesto", se lamenta Jorge Benítez, quien exige a Junta de Andalucía y Gobierno central ayuda para solucionar un problema de tal calibre.
La Estrategia del Ministerio de Transición Ecológica establece que, una vez retiradas las algas de las playas, éstas deben ser transportadas a una ubicación donde no sea posible su reintroducción al mar y donde puedan ser acumuladas "sin dañar al estado de conservación del sitio ni de ninguno cercano ni producir riesgos sanitarios o molestias a la ciudadanía". Y añade que "no deberán mezclarse restos de diferentes retiradas para mantener la trazabilidad de cada una de ellas hasta su destino final".
Alteración del suelo y aumento de la salinidad
El reconocimiento que hizo el Ayuntamiento sobre la ilegalidad del vertedero de algas llevó a la asociación Agaden-Ecologistas en Acción de Cádiz a presentar hace unas semanas una denuncia ante la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Cádiz. En la demanda, se advierte de que la acumulación de algas sin un tratamiento adecuado puede causar alteraciones del pH del suelo y un aumento de la salinidad, así como escorrentías contaminantes que podrían llegar hasta la playa de Los Lances, protegida bajo la normativa de la Red Natura 2000.
La organización ecologista considera que se puede estar vulnerando la Estrategia del Ministerio para el control de esta alga invasora y las normativas estatal y autonómica sobre la gestión de los residuos sólidos, que prohíben su depósito en lugares no autorizados y carentes de las medidas de seguridad necesarias para evitar daños al entorno. Por ello, pide en la denuncia que la Junta investigue los hechos y abra un expediente sancionador a los posibles responsables, retire las algas y tome medidas para proteger el paraje de Los Lances.
Preguntada al respecto por este periódico, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta ha respondido que las algas que se acumulan en las playas están consideradas como un residuo, cuya retirada corresponde a los ayuntamientos, y que Tarifa ha contado para esa labor con apoyo de la Diputación de Cádiz. Según la administración andaluza, su delegado territorial y el alcalde tarifeño mantuvieron una reunión el pasado 16 de enero, en la que se estudiaron "soluciones innovadoras y sostenibles para afrontar esta problemática", entre ellas solicitar al Gobierno central y a la Comisión Europea medidas que permitan aprovechar para diferentes usos industriales las algas acumuladas, ya que ahora no están autorizadas.
De esos posibles usos sabe mucho Antonio Vegara, un maestro que trabaja en la sección de Educación Permanente para adultos de Tarifa y que con su alumnado ha promovido el estudio de alternativas para el aprovechamiento económico de las algas en cosmética, calzado o fertilizantes. "La paradoja de esto es que ni el Ministerio ni la Junta hacen nada, mientras prohíben las posibles soluciones", se lamenta el que es uno de los promotores de las protestas frente a la inacción contra lo que califica como un "Prestige mensual" que está destruyendo el ecosistema de su entorno.
De momento hay 40.000 toneladas de algas acumuladas, pero podrán ser muchas más a medida que pase el tiempo. Según Antonio Vegara, desde la costa de Estepona, en Málaga, hasta la de Conil, en Cádiz, en el fondo marino se produce una media de cinco kilos por metro cuadrado de un alga que tiene cuatro cosechas al año, lo que puede suponer una media de 100.000 toneladas anuales, una buena parte de las cuales acabarán llegando a las playas.
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