La extracción, fabricación, transporte, uso y eliminación de materiales contribuyen en gran medida a la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos. A escala mundial, el uso de materiales es responsable de más del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero y del 90% de la pérdida de biodiversidad terrestre y del estrés hídrico.

Para 2040, la combinación de las políticas existentes y las previstas actualmente, como el paquete "Fit for 55", habrá reducido las emisiones de la UE un 60% por debajo de los niveles de 1990. Sin embargo, según el Consejo Consultivo Científico Europeo, en 2040 las emisiones deben reducirse entre un 90 y un 95% por debajo de esos niveles para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC y alcanzar la neutralidad climática en 2050, y las acumulativas de la UE para 2030-50 deben ajustarse a un estricto presupuesto de carbono.

El marco normativo propuesto en el informe puede ayudar a reducir las emisiones derivadas del uso de materiales, de modo que evitemos acabar con nuestro presupuesto de carbono mientras trabajamos para alcanzar el balance neto cero. Puede ayudarnos a pasar de una economía lineal, ineficiente y ávida de materiales a otra circular que extraiga menos recursos vírgenes, mantenga los productos y materiales en uso el mayor tiempo posible y conserve su valor al final de su vida útil.