El reciclaje de estos aparatos reduce el impacto negativo y ahorra energía, además de evitar el consumo de sílice o bromo propios de la producción de nuevos materiales. Estas son algunas de las razones que motivaron a la Diputación Valenciana en 2010 para apostar por el reciclaje de estos aparatos implantando un proyecto Ecovitrum prevé desarrollar hasta finales de este año.

Se trata de una iniciativa europea coordinada por la Diputación valenciana, la Comisión Europea y varias empresas y fundaciones españolas en la que se da una segunda oportunidad a las toneladas de electrodomésticos recuperables que terminan en los vertederos. Para ello, según Ecovitrum se están siguiendo cuatro líneas de acción:

• Fomentar el reciclaje de los residuos electrónicos mediante campañas de concienciación ciudadana, para involucrar a la población
• Instalación y mejora de las estructuras de los puntos limpios de la ciudad para facilitar a los servicios de reciclaje la recogida de estos electrodomésticos.
• Creación y utilización de una planta pionera de tratamiento de residuos que convierte el vidrio de las pantallas en materia prima para su reintroducción en el ciclo productivo. Con capacidad para reciclar 15.000 monitores al mes. La instalación reaprovecha todo el vidrio y lo funde para darle una segunda vida.
• Una vez se ha reciclado el vidrio, se reincorpora y reutiliza el material en la producción de azulejos, mármoles artificiales para mobiliario o materiales aislantes para la construcción.

La complejidad en el reciclaje de este vidrio radica en que contiene minerales muy contaminantes como el fósforo y el cobre. Hasta la fecha, la extracción de estos componentes de la parte trasera de las pantallas era muy complicada por lo que irremediablemente terminaba en los vertederos con las consiguientes consecuencias medioambientales que provoca.

Esta planta de reciclaje cuenta con un proceso innovador que consigue separar estos minerales del propio cristal y enviar el vidrio para su aprovechamiento por parte de empresas cerámicas en la elaboración de revestimientos brillantes para azulejos.

Sin embargo, no sólo es el cristal trasero el que se recicla; el delantero –que contiene fósforo en polvo fácilmente extraíble– también se recupera. Lo mismo ocurre con los metales de las placas electrónicas y el plástico, también presente en éstos aparatos, que sirve para fabricar mobiliario urbano, parachoques y otros productos.